lunes, 30 de junio de 2014

¡Escucha Mi palabra, que resuena desde el cielo como un trueno!

- Mensaje nº 604 -

Hija mía. Mi querido hijo. Siéntate Conmigo y escucha lo que Yo, tu Padre del Cielo, tengo que decir hoy a los hijos de la tierra: Vuestro tiempo terrenal está pasando muy deprisa, Mis tan queridos hijos, y os estáis perdiendo en el mundo del consumo, del lujo, de la lotería y de los placeres. Pensáis que vuestra vida está bien mientras no hagáis daño a los demás, pero, Mis amados hijos, esto es una trampa del demonio. No observáis Mis mandamientos y no seguís las enseñanzas de Jesús. También aquí el diablo os ha tendido trampas, porque estáis convencidos de que «esto» era verdad en el pasado y ahora, cuando vivís con tantos lujos, logros y riquezas, cuando habéis «creado un mundo moderno», todo esto habría perdido su sentido o no tendría ningún sentido o tendría que adaptarse a vuestro mundo actual, pero, Mis muy amados hijos, ¡ésta es precisamente la trampa tendida por el diablo! Mis mandamientos son válidos para todos los tiempos , y si los cumplierais, seríais Todos hijos humanos felices, satisfechos y realizados y no buscaríais vuestra «realización» en el exterior, en la autorrealización y el reconocimiento. Las enseñanzas de Mi Hijo también son válidas para todos los tiempos , porque os muestran el camino hacia Mí, vuestro Creador en el cielo. Quien no viva las enseñanzas de Mi Hijo no alcanzará el Reino de los Cielos, y su camino le conducirá directamente al abismo, a la condenación del demonio. Hijos míos. Vuestra vida aquí en la Tierra es para prepararos para la eternidad gloriosa en Mi Reino de los Cielos, o muy pronto, el Nuevo Reino de Mi Hijo. Sólo os sentiréis realizados y felices en el Reino de los Cielos. Sólo te sentirás realizado y feliz con Jesús. Nada exterior te dará o podrá darte felicidad duradera o amor duradero o plenitud duradera. En Jesús encontrarás todo lo que buscas y llegarás a descansar, realizado y feliz. En tu mundo material, sin embargo, nunca encontrarás satisfacción, y mucho menos plenitud, porque ésta reside en Mi Hijo. Debes convertirte y dar la espalda a todo brillo y resplandor, ¡porque la «felicidad terrenal» es pasajera y no te conduce a Mí! Todas las tentaciones os las tiende el diablo, para que no encontréis el camino a casa, pero estáis tan atrapados en vosotros mismos, en vuestro mundo terrenal y en las nieblas del diablo, que caéis cada vez más profundamente en sus trampas y aceptáis y os formáis opiniones, ¡todas las cuales fueron y son glosadas y entregadas por el diablo! ¡Despertad! ¡Da marcha atrás! Porque el tiempo que os queda en esta tierra es corto y pronto, muy pronto, se acabará. Mis plagas golpearán a muchos de vosotros, ¡si no os convertís! Mi fuego quemará los lugares de pecado, ¡si no os convertís! Y os quitaré un tercio de vuestra tierra, ¡si no os convertís! Mi Hijo está preparado, y vendrá, primero como Salvador Misericordioso, luego como Juez sobre vosotros, y ¡ay de aquel que no se haya convertido para entonces! Soltad el pecado y la vergüenza y convertíos en dignos hijos míos, de lo contrario vuestra perdición estará sellada. Escuchad Mi palabra, que resuena como un trueno del cielo: ¡Yo, el Padre Todopoderoso, Creador de toda vida y Gobernante sobre el cielo y la tierra y todo lo que Es, haré caer Mi ira sobre vosotros si no os convertís! Sólo a través de Mi Hijo Jesucristo, Salvador del mundo, sigo otorgando Mi misericordia al mundo, pero debéis aceptarla ahora, pues Mis castigos llegarán y golpearán a quienes no hayan escuchado Mi palabra. Que así sea. Vuestro Padre que está en los Cielos. Creador de todos los hijos de Dios y Gobernante sobre todo lo que es. Amén. --- "Creed y confiad, es la palabra del Todopoderoso. Yo, el ángel del Señor, te lo digo. Amén". --- "Sólo tu arrepentimiento te salvará del castigo y del desastre. Cree y confía, y vuélvete a Jesús, o estarás perdido. Amén. Un ángel del Señor de los 7 coros". --- Se me muestra lo siguiente: Las huestes celestiales están a la espera. Parece que Jesús y la Virgen siguen conteniendo la ira del Padre.

"Así es.

Amén".