Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
sábado, 5 de marzo de 2016
Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Mis queridos hijos, hoy os invito a todos a orar con el corazón, siempre más, para agradar a Dios y hacer siempre más Su Voluntad.
Soy vuestra Madre que viene del Cielo para pediros siempre: Rezad más con el corazón, porque sin la oración nadie, ninguno de vosotros, podrá ser Santo.
Rezad mucho para que vuestro corazón cambie y adquiera las virtudes que os faltan. Sin las virtudes es imposible agradar a Dios. A los que rezan, Dios les ha reservado la fuerza para poder practicar las virtudes y alcanzar una gran santidad para Su mayor honor y gloria.
Rezad Mis queridos hijos, rezad para que cada día crezcáis en la oración y en la conversión.
Os amo a todos y me alegro de vuestras oraciones. Pero aún debéis rezar porque muchos aún hieren Mi Corazón con su dureza, con su orgullo que no les deja aceptar que se equivocan y que necesitan corregirse. Y por esto, lloro.
Continuad rezando el Santo Rosario todos los días y todas las oraciones que os he dado aquí, porque a través de ellas, cada vez más, haré que os convirtáis en Santos y adquiráis cada vez más Mi Llama ardiente de Amor, hasta su plenitud, que hará de cada uno de vosotros los Santos más ardientes de amor del mundo entero.
A todos bendigo La Salette, Lourdes y Jacareí».
(Santa Lucía): «Queridos hermanos, yo, Lucía, vengo de nuevo del Cielo para deciros: Abrid vuestros corazones al amor de Dios y al amor de nuestra Santísima Reina.
«Acoged en vuestros corazones su Llama de Amor, para que esta Llama de Amor abra vuestros corazones de tal manera que os convirtáis en hornos de amor que derritan el hielo de todos los corazones que están fríos en el pecado, en la falta de oración, en los placeres del mundo. Para que realmente se conviertan también en hornos y llamas vivas de amor.
Cread en vosotros la virtud de la obediencia. Quien no obedece a Dios, quien no obedece los mandamientos de Dios, ¡no conoce a Dios y no guarda Su Palabra!
Quien no obedece primero a Dios y luego a Su Madre, cuando aparecen en la tierra, no ama a Dios y si dice que Le ama, ¡miente! Porque el amor está hecho de obediencia.
Quien no obedece a sus superiores, legítimamente constituidos por Dios y Su Madre, cuando le mandan el bien, la oración, la meditación, la penitencia, la conversión, o incluso las cosas ordinarias de la vida diaria como trabajar, estudiar, hacer bien el trabajo, realizar las tareas con amor, y sin embargo dice que ama y obedece a Dios y a Su Madre, miente. Porque quien no obedece al superior que ve, no puede obedecer a Dios que no ve.
Por tanto, obedece con todo tu corazón, para que en ti crezca cada día más la verdadera santidad. Y con tu vida, enseña a todos lo dulce que es obedecer y amar los Mandamientos de Dios, regla de la vida religiosa de cada uno, y también obedecer los Mensajes de la Madre de Dios que son: felicidad, paz, alegría y vida plena en abundancia para los que los obedecen.
¡Yo, Luzia, estoy con cada uno de vosotros y os quiero mucho!
Continuad rezando el Santo Rosario todos los días y rezad también mi Rosario, porque a través de él os daré muchas gracias, entre ellas la gracia de cumplir las virtudes cristianas que os abrirán las puertas del Cielo y os transformarán en grandes santos para gloria de Dios y de nuestra Santísima Reina.
A todos bendigo ahora con amor a Catania, Siracusa y Jacari».
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