Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 17 de enero de 2016
Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy que celebráis aquí el Aniversario de mis Apariciones en Pontmain, vengo de nuevo del Cielo para deciros: Yo soy la Señora de la Esperanza y de la Oración.
Y en Pontmain di Mi Mensaje pidiéndoos a todos que rezarais para perseverar en la oración, porque Mi Hijo Jesús se dejaría tocar y os salvaría a todos de todos los peligros, de todos los males especialmente de este tiempo.
Por eso hijitos, debéis orar, debéis orar con perseverancia sin desanimaros nunca, porque la oración es lo único que puede salvaros en estos malos tiempos del predominio del pecado, de Satanás y de la apostasía.
Quien reza se salvará. Quien rece poco se expondrá a ser condenado. Y el que no rece se condenará. ¡Así que reza mucho! Este es Mi Mensaje de Pontmain.
Reza con el corazón, reza con perseverancia, reza sin desanimarte hasta que mi Hijo Jesús se deje tocar por tus oraciones. Y cambie toda guerra, todo conflicto, todo mal, todo pecado, toda obra de Satanás en gracia, en paz, en salvación, en alegría, en esperanza.
Yo soy la Señora de la Esperanza y de la Oración y en Pontmain he venido a daros la señal segura de mi gran victoria. En verdad, la Madre del Cielo que en Pontmain, sola, con cuatro niños y un grupo de unos pocos campesinos rezando el Rosario vence al gran ejército de Prusia, os muestra a todos Mis hijos cuánto soy más poderosa que todos los ejércitos del mundo.
Soy más poderoso que todo el ejército del infierno, más que todos los demonios. Y por eso al final sólo Yo, sólo mi Corazón Inmaculado triunfará.
Tú, si perseveras en la oración y en el amor conmigo, triunfarás conmigo. Os daré la gracia de ser partícipes de Mi Triunfo y os llevaré a un nuevo tiempo de Paz, que preparo con amor junto a Mi Hijo cada día para vosotros.
Yo soy la Señora de la Esperanza y de la Oración. Y en la gran victoria que obtuve en Pontmain, con la oración de unos pocos hijos Míos junto Conmigo en medio del frío y la nieve mostré a todos vosotros, al mundo entero hijos Míos Mi gran poder como Reina del Cielo y de la Tierra, Madre de Dios, Señora del Universo y General de los ejércitos celestiales.
Por eso, hijos Míos, tened confianza en Mí, al final Yo sólo triunfaré. Ahora debéis llevar la pesada cruz del sufrimiento en este tiempo de gran tribulación, pero no os desaniméis, haced como Mi hijito Marcos y los Santos. Incluso llevando la cruz mantente firme, reza, confía, espera.
Sigue trabajando por Mí, que Yo trabajaré por ti. Lucha por Mí, que Yo lucharé por ti. Haz Mis grupos de oración, difunde Mis Mensajes, trabaja por Mí que Yo y los Ángeles trabajaremos por ti y al final te llevaremos a la gran victoria.
Yo soy la Señora de la Esperanza y de la Oración, que tantos años después de Pontmain apareció Aquí en Jacareí para deciros a todos vosotros de nuevo hijos Míos: ¡Rezad, rezad, rezad!
Rezad con perseverancia, rezad sin descanso, rezad con el corazón, rezad con amor hasta que mi Hijo Jesús se deje tocar por vuestras oraciones. Y venga a limpiar y transformar este mundo lleno de violencia, pecado, maldad, discordia, deshonestidad, injusticia, impureza, falsedad. Para transformarlo en un mundo de paz, un mundo de amor, el Reino de Nuestros Corazones Unidos. El que luche hasta el final será coronado con la corona de la vida eterna.
¡Rezad, rezad, rezad! Sigue el ejemplo del pueblo de Pontmain, reza tres horas al día, reza en la alegría y en la tristeza, en la abundancia y en la pobreza, en la guerra y en tiempo de paz. Reza tres horas al día como ellos y tú también tendrás mi protección y mis bendiciones especiales.
En este año dilatad aún más vuestros corazones, para recibir Mi Llama de Amor, sacrificándoos por Mí, entregándoos por Mí y verdaderamente incluso en medio del sufrimiento manteniéndoos firmes, llevando la cruz por Mí y yendo cada vez más lejos por Mí.
Soy la Madre de Dios, he sido elevada a la más alta dignidad a la que una criatura pura puede ser elevada por Dios, ¡la dignidad de la Madre de Dios! Mi dignidad bordea las fronteras de la divinidad, como dijeron tan acertadamente mi Tomás de Villanueva y mi Alfonso de Ligorio.
Sí, quien confía en mi poder de Madre de Dios y en que todo lo puedo con mi Hijo, experimentará las gracias extraordinarias de mi Llama de Amor. Feliz quien cree en mi grandeza de Madre de Dios, en mi dignidad, en el dogma de mi maternidad divina. Feliz quien Me ama y confía en Mí, porque todo el que Me busca Me encuentra.
Vivo cerca de los que Me bendicen, vivo cerca de mi hijita Mariana de Jesús Torres, de mi Alfonso de Ligorio, de mi Tomás de Villanueva. También vivo cerca de mi hijito Marcos y quien Me busque aquí, quien Me busque cerca de él, escuchando lo que dice Me encontrará y quien Me encuentre encontrará la vida eterna, encontrará la paz.
A todos bendigo con amor desde Pontmain, Medjugorje, Quito y Jacareí».
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