domingo, 5 de octubre de 2014

¡Pronto serán reconocidos aquellos de entre vosotros que sirven al diablo!

- Mensaje nº 707 -

Hija mía. Mi querida hija. Di hoy a los hijos de la tierra lo siguiente: Las plagas que ahora vendrán sobre vuestra tierra serán grandes y calamitosas, ¡pues el pecado en el que vivís es grande y calamitoso!

Por eso, hijos míos, es importante que enmendéis vuestros caminos: ¡Debéis encontraros completamente con Jesús! ¡Estad completamente con Él! ¡Y estar completamente para Él!

No cometáis más pecados y si faltáis, confesaos enseguida, porque: ¡Quien lleve el pecado consigo no estará cerca de Jesús, y quien no esté cerca de Jesús se perderá con los que huyen y al final con sus amos!

¡Confesaos, hijos Míos, y dad vuestro Sí a Jesús! ¡Cuanto más cerca estéis de Mi Hijo, más fácil os resultará el final «malsano», cuanto más puros seáis, menos plagas os caerán!

¡Estad advertidos, pues pronto serán reconocidos aquellos de entre vosotros que sirven al diablo! Dios los castigará, y como la lepra los miraréis, ¡pues la marca que llevarán en el rostro será repulsiva!

¡Volveos atrás, hijos míos, y no os perdáis en el laberinto de mentiras, tentaciones, inmoralidad y «pomposidad» del demonio! ¡Todo lo que no es amor purísimo no procede del Padre!

Así que mira dónde está el amor puro , ¡siente cómo te hace feliz, vivo, alegre y dichoso! ¡Te llena, y lo encuentras con Mi y a través de Mi Hijo, tu Jesús! ¡Así que confiésate a Él ahora y no esperes más!

Si te sobreviene una plaga, pide ayuda a las Huestes Celestiales del Padre . Sus santos ángeles vendrán a estar a tu lado, ¡pero debes Estar Limpio, Libre de Pecado, para que se te permita utilizar este regalo tan generoso!

¡Daos prisa! ¡Purificaos! ¡Confesaos, arrepentíos y expiad! Vivid en constante arrepentimiento y sacrificio, entonces, Mis tan amados hijos, seréis dignos a los ojos del Señor, y Su ayuda os será concedida.

¡Corred, hijos Míos, y purificaos, de lo contrario estas plagas también caerán sobre vosotros y el «Cielo» no podrá ayudaros! Amén.

Escuchad Mi palabra y seguid Mi llamada, pues es el deseo del Padre quien Me ha dado esta misión.

Con amor, tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.