miércoles, 28 de agosto de 2013

Reza en todas las intenciones de Mi Hijo, entonces la «infestación» de tu tierra será mitigada. - 27. sobre

- Mensaje nº 245 -

Hija mía. Mi querida hija. Me alegro de que estés aquí.

Hija mía. No desesperes. Tus días en la tierra están contados. Todo lo que Nuestros hijos videntes han comunicado e informado por todo el mundo, Nuestra palabra que vosotros, Mis queridos hijos videntes, habéis transmitido al mundo, llegará ahora y vuestro mundo se desmoronará. Primero será aplastado, pues vuestros derechos os serán arrebatados. Rezad, hijos Míos, para que esto no sea demasiado malo para vosotros. Rezad en todas las intenciones de Mi Hijo, entonces la «infestación» de vuestra tierra, el mal que os ha de sobrevenir como hijos normales de Dios, se mitigará.

La oración os ayudará y la oración os salvará. Creed y confiad y seguid siempre a Mi Hijo, pues Él es el camino hacia vuestro Padre y hacia el Nuevo Mundo, que cierra sus puertas a todos aquellos que no confiesan a Mi Hijo. Por tanto, apartaos del mal, arrepentíos de vuestras acciones pecaminosas y venid a Jesús, vuestro Salvador, porque de lo contrario estaréis perdidos cuando llegue el tiempo del fin y sigáis viviendo ciegos y sordos en vuestro mundo ilusorio.

Hijos míos. El tiempo es corto. Todo llegará ahora golpe a golpe, aunque muchos de vosotros no os deis cuenta. Estáis demasiado ocupados con vosotros mismos para reconocer los signos del tiempo y del trastorno. Juntad 1 y 1 y veréis lo que está ocurriendo a vuestro alrededor. No esperéis a que las cosas sean «mejores» o «diferentes», porque no lo serán. Todo esto no es más que fingimiento. Están jugando contigo como marionetas en una obra de teatro. Sin embargo, el Señor os ha dotado de mente y de razón. Pero ni comprendes ni actúas racionalmente, porque tu mente está manipulada y «taladrada» en apariencia y ego, como tu razón, que utilizas de todo menos racionalmente.

Has «abandonado» tu corazón, no actúas ni vives de acuerdo con él , aunque es tu corazón el que te hace tomar decisiones racionales, y es tu corazón con el que comprendes. Desgraciadamente, has separado todo esto , ¡ y ahora mira adónde te ha llevado! ¡Vive con el corazón y decide con él! ¡Tu corazón debe estar abierto y lleno de vida! ¡Debe dar cabida a la alegría y procesar la tristeza! Quien tiene el corazón «apagado», cerrado, se cierra a la vida y nunca encuentra a Dios. Porque un corazón cerrado se marchita, se enfría, se petrifica y se endurece. ¡No permitas que llegue a eso! ¡Abre tu corazón y vive el amor que habita en él! Es Dios Padre quien te da este amor, que se renueva constantemente, ¡pero tienes que haber abierto tu corazón!

A partir de este amor, di Sí a Mi Hijo, ¡y tu amor se hará cada vez más grande y cada vez más íntimo! Involucraos en esta maravillosa aventura y volved a ser verdaderos hijos de Dios. Os amo, a cada uno de vosotros.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

"Que así sea. Vuestro Jesús y Dios Padre. Amén".