Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
domingo, 7 de abril de 2013
Domingo de la Misericordia
- Mensaje No. 90 -

Mi hijo. Mi querido hijo. Hoy es un día muy especial, el Domingo de la Misericordia de Mi Hijo, quien te da Sus especiales gracias desde la mañana hasta la noche, durante 24 horas, y derrama Su inmenso amor sobre todos Nuestros hijos.
Hoy en el Domingo de la Misericordia, que Mi Hijo desea celebrar, en cada Domingo después de Pascua, se celebra tu resurrección, porque cada uno de vosotros que es fiel a Mi Hijo recibe el bautismo de la Nueva Vida, en la cual ¡cualquier pecado es perdonado! Acepta este gran regalo, pues es la gracia especial que Mi Hijo tiene reservada para ti, siempre y cuando también celebres estas grandes festividades como tales!
Mis hijos. Ha llegado el tiempo de la gran misericordia para perdonar a cada uno de vosotros vuestros pecados sin ser juzgados por ellos. ¡Acéptalo! Celebra con Nosotros, con Mi Hijo, y busca tus Santas Misas para que también puedas recibir estas maravillosas gracias. Confiesa, Mis hijos, confiesa, ¡porque hoy todos tus pecados son perdonados! Las penas del pecado son canceladas, pues este es un regalo especial de Dios Padre a través de Jesucristo, Mi Hijo para ti!
Mis hijos, regocijaos, ¡porque la alegría en el Cielo es sumamente grande! Tantos de Nuestros hijos están celebrando este día sabiendo la gran misericordia y las gracias relacionadas que se les dan a ellos y a todos vosotros. Desde el día en que vuestro bendito Papa Juan Pablo II - en el Cielo es santo - con la autoridad de Jesús a través de Santa Hermana Faustina, proclamó este Domingo como Domingo de la Misericordia, muchos de Nuestros hijos ya han disfrutado de esta maravillosa gracia. Y Jesús, Nuestro Jesús Resucitado, bautiza de nuevo a cada uno de vosotros y ¡os perdona todos vuestros pecados! Pero debéis creer en Él y aceptar Su gran misericordia.
Mi hijo. Ayer pudiste vivir esta experiencia en la Santa Misa, y tu alegría es grande, porque nunca antes habías sido tan consciente de ello como hoy. Tan grande será la alegría de todos Nuestros hijos, tan pronto como sepan sobre este trascendental día, que es sagrado para Mi Hijo y al que ÉL se entrega con gran alegría, para todos vosotros, para servirte, a través de Sus regalos que te unen aún más a Su Corazón.
Mis hijos, este día es hermoso, y una multitud de Nuestros hijos están experimentando hoy una renovación indescriptible en cuerpo y alma. Así sea. Ahora y para siempre.
Vuestra amada Madre en el Cielo.
Mi hijo. Gracias.
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
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