sábado, 7 de mayo de 2016

Sábado, 7 de Mayo de 2016

Sábado, 7 de mayo de 2016:

Jesús dijo «Pueblo mío, las madres están en el centro de todas vuestras familias, y son el corazón de la familia. Cuando vuestros hijos e hijas llegan al hogar, hay alegría en celebrarlo con vuestros hijos, nietos e incluso algunos bisnietos. Del mismo modo que celebráis el Día de la Madre con vuestra familia inmediata, también lo celebráis con Mi Santísima Madre y con toda la Iglesia. Habéis estado leyendo cómo Mis discípulos, como San Pablo, compartían con alegría su fe con muchas ciudades diferentes, como en Grecia. También has estado leyendo cómo se inició Mi Iglesia Primitiva y cómo se extendió la fe a todas las naciones. Todavía hay más misioneros que salen a diferentes países para traer conversos a la fe. Animo a todos Mis mensajeros y fieles a que salgan a todas las naciones y compartan Mi Buena Nueva de Mi Resurrección».

Jesús dijo «Hijo mío, estás compuesto de cuerpo y alma, y lo más importante que debes reconocer es dónde quieres estar por toda la eternidad. Tu cuerpo pasará, pero tu alma vive para siempre. Por todos Mis dones de la creación, puedes saber que existo como tu Dios. He dado a la humanidad Mis dos Mandamientos más grandes, que son amarme con toda tu mente, cuerpo, corazón y alma; y amar a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy todo amor, y amar a la gente debe ser tu objetivo. También debes saber que te he elegido y te he creado para conocerme, amarme y servirme. Tenéis el propósito de imitarme en vuestras vidas, y hacerlo todo por amor a Mí. Tus buenas obras son una forma de agradecerme todo lo que hago por ti. Para venir al cielo, necesitas arrepentirte de tus pecados y pedirme perdón. También necesitas aceptarme como Maestro de tu vida. Me encarné como un Dios-hombre, para poder sacrificar Mi vida y que toda la humanidad tuviera la oportunidad de salvarse. Tienes la opción de aceptar Mi salvación o rechazarla por tu libre albedrío. Yo no impongo Mi amor a nadie, pero tu decisión tiene consecuencias. Aquellas personas que Me amen y obedezcan Mis Mandamientos, tendrán vida eterna Conmigo en el cielo. Aquellas personas que no Me amen y desobedezcan Mis leyes sin arrepentirse, irán camino del infierno, si no cambian su conducta. Ya ves por qué lo más importante para tu alma es tu destino eterno, y por qué también es importante salvar a tantas almas como puedas del fuego del infierno. Amarme es la mejor elección que puedes hacer».