domingo, 27 de marzo de 2016

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Mis amados hijos, hoy, en el día de la Resurrección de mi Hijo Jesús, vengo a vosotros para deciros: ¡Soy la alegre Madre de la Resurrección!

En el mismo día de hoy vi a mi Hijo Jesús más resplandeciente que el sol, entrar en la habitación donde me encontraba para consolarme y devolverme la alegría. La alegría a mi Corazón doliente y sufriente por Su Pasión y Muerte y por hacerme partícipe de Su Gloria, de Su Divinidad, de Su victoria sobre Satanás, el pecado y la muerte.

Soy la Madre Gozosa de la Resurrección, que hoy ha recibido de Mi Hijo Jesús el poderoso influjo de Su Gloria, de Su Divinidad elevándome por encima de todas las criaturas y fundiéndose conmigo y con Él en una llama ardiente de amor, gloria, alegría y victoria.

Yo soy la Madre Gozosa de la Resurrección que viene hoy a decíroslo: Preparad vuestros corazones porque la Segunda Resurrección, es decir, el regreso de Mi glorioso Hijo sobre las nubes del Cielo está muy cerca. Vendrá, vendrá a vencer, a derrotar a Satanás y a todos los poderes del mal para el bien. Vendrá para llevar a cabo finalmente toda la gloriosa obra de la salvación, renovando el Cielo y la Tierra y trayéndote su Reino de Amor, Justicia, Santidad y Paz.

Vendrá para establecer finalmente en el mundo Su Reino de Amor, de Justicia, de Paz, enjugando todas las lágrimas de tus ojos y dando a tu corazón toda Su Paz, todo Su Amor, toda Su Gracia, toda Su Alegría. Él vendrá a poner fin a este mundo dominado por el pecado y Satanás, a transformar este desierto frío y sin amor en que se ha convertido la humanidad en un Jardín de Amor y Santidad.

Él vendrá a transformar este pantano de oscuridad y pecado que es este mundo en un Jardín luminoso de Su Gloria y Gracia, dando a todos Mis hijos que Me son fieles la gracia de la victoria, la alegría y la salvación eterna.

Ahora es el momento en el que debéis perseverar Conmigo en la espera de Su regreso triunfante en la Gloria, que finalmente pondrá fin a todas las obras de Satanás, a todas las obras del pecado. Y finalmente restaurará la armonía entre el hombre y Dios haciendo que el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra lleguen a la humanidad, donde el hombre y Dios vivirán juntos en armonía, amor y amistad eterna por los siglos de los siglos.

Ahora es el momento en que debéis continuar, perseverar, caminar conmigo por el camino de la oración, la gracia, la conversión, la santidad y el amor perfecto. Para que todos seáis dignos de encontraros con mi glorioso Hijo Jesús, que volverá pronto a vosotros en su gran gloria.

Apresurad vuestra conversión, no hay más tiempo, la Gran Advertencia, el Gran Castigo, los tres días de oscuridad están muy cerca de vosotros. Rezad, apartaos de todo pecado, vivid en gracia y amor a Dios, rezad cada día mi Rosario para que crezcáis cada día en el amor.

Cread en vuestros corazones el verdadero amor a Dios y a mí, para que verdaderamente vuestra santidad y vuestro amor sean probados con obras de amor, oraciones de amor, sacrificios de amor. Y de este modo, todos vosotros podáis llegar a ser verdaderamente una semejanza viva de mi Corazón Inmaculado.

Continuad con todas las oraciones que os he dado Aquí, para que verdaderamente os transforme a todos en las rosas místicas de la oración, del sacrificio, de la penitencia y del amor, para dar y regalar a Mi hijo Jesús, que ya vuelve a vosotros en gloria.

Tomad en serio Mis Mensajes, son Mis últimas advertencias. Lee Mi Vida, pues allí aprenderás de Mí la verdadera santidad que agrada a Dios. Haced que Mi Llama de Amor crezca cada día más en vuestros corazones, renunciando a vuestra opinión, a vuestra voluntad, a vuestro yo. Y que busquéis verdaderamente hacer la voluntad de Dios y sólo la Mía y en todo, pues en esto consiste el verdadero amor y la verdadera santidad.

A todos bendigo ahora con el Amor de Madre Gozosa de la Resurrección de Lourdes, Fátima y Jacari».