Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 7 de febrero de 2016

25 Aniversario de las Apariciones de Jacareí

 

(Dios Padre): Mis amados hijos, hoy, Yo vuestro Padre me alegro de venir en el Aniversario de las Apariciones de mi amadísima hija María, Aquí, con mi Hijo Jesús y toda mi Corte Celestial para deciros: ¡Os amo! ¡Os he amado con todo el amor de mi Corazón! Os he amado tanto enviando a Mi amadísima hija María aquí hace 25 años para enseñaros el camino que conduce al Cielo que conduce a Mí, el camino de la oración, el camino de la conversión, el camino de la obediencia a Mis leyes de Amor que os conducirán a Mis brazos en el Cielo, a esa morada de luz y felicidad que os preparo cada día allí, hijos Míos, la gloria eterna.

Sí, el camino que os enseñó aquí Mi amadísima hija María os conducirá a la vida, a la vida eterna. Sabed que quien encuentra a María me encuentra a mí, quien encuentra a María me encuentra a mí, y quien ama a María me ama a mí. Porque fui Yo quien la crié y la preparé tan bella, tan santa y tan perfecta para ser vuestra Madre y ser vuestro camino que os conduzca a mi hijo Jesús, y mi hijo Jesús os conducirá a mí.

Yo vivo cerca de María y María vive cerca de los que la aman, de los que la aman más que a sí mismos y de los que la bendicen con la palabra y con la vida. Quien quiera encontrar a María, búsquela cerca de los que la aman más que a sí mismos, de los que la bendicen y de los que viven para ella. Porque ciertamente junto a esta alma la encontraréis y quien encuentre a María me encontrará a Mí.

Quien quiera conocerme y encontrarme, me buscará a mí que amo a María, porque María vive cerca de esa alma y Yo estoy cerca de María. Por eso, quien quiera encontrarme, primero buscará a María y Me encontrará.

Vivimos con los que Nos aman, Nos aman más que a sí mismos, los que Nos bendicen con su palabra y su vida. Sí, os daré mi Amor, os daré mi Gracia que os purificará de todo mal y que verdaderamente os dará vida, vida plena en abundancia. Por eso, hijos Míos, venid a María y vendréis a Mí.

Os he amado tanto enviando aquí a Mi amada hija María para que sea el sol brillante, la estrella radiante que os muestre el camino hacia Mí. Mirad a María, fijad vuestros ojos en María y veréis el camino que os conducirá a Mí.

Estoy verdaderamente deseoso de darte Mis Gracias de Amor, de darte la Llama de Mi Amor que es la Llama de María en toda Su plenitud. Pero para ello, debes abrir tu corazón y dejarme entrar de verdad. Debéis apartar de vuestro corazón todas las cosas, todos los apegos, todo el amor desordenado hacia vosotros mismos, hacia las criaturas y hacia el mundo, para que Yo pueda entrar y realizar mis obras de amor.

Quien quiera encontrarse Conmigo abra al menos una brecha de su corazón, entréguese a Mí con confianza y Yo entraré realizando Mis Gracias.

Feliz aquel que confía en Mí y en Mi Palabra y no tropieza en ella, es decir, feliz aquel que no se vuelve contra Mis leyes de Amor, contra Mi voluntad, contra Mis decretos. Feliz aquel que acepta con corazón humilde, dócil, obediente y amoroso Mi palabra, Mi Ley de Amor y Mi voluntad. Porque a él le daré verdaderamente Mi Amor, vivirá en Mí y Yo viviré en él, viviré en esa alma y seremos uno en el Amor. Porque Yo soy el río del Amor, Yo soy el mar del Amor, Yo soy el Jardín del Amor, Yo soy el sabroso vino del Amor Eterno.

Y todo el que beba el vino de Mi Amor tendrá su alma saciada para siempre y nunca más sentirá sed. Sí, aquel que sienta Mi amor grande, fuerte y al mismo tiempo suave, nunca más necesitará ningún otro amor. Porque su corazón se llenará de Mi Amor que el universo entero no puede contener, porque es más grande que todo lo que existe, es el Amor del Padre, del Padre que ama a Sus hijos hasta la locura y para salvarlos sacrificó a Su único hijo, Su precioso bien entregándolo a la muerte de Cruz para que viváis, para que tengáis vida eterna.

Yo soy el Padre que os ama pero no es amado. Os doy continuos signos de Mi Amor y el mayor de ellos es precisamente lo que celebráis hoy: Los 25 años de presencia de Mi amadísima hija aquí con toda Mi Corte celestial y conmigo mismo.

Las Apariciones de Jacari son el mayor signo de Mi Amor por vosotros después de Mi hijo Jesús. ¡Sí! En verdad, después de haber dado a Mi Hijo único al mundo para morir por vosotros y salvaros, nunca he amado tanto al mundo, nunca he amado tanto a Mis hijos como he amado enviando a Mi hija amadísima aquí y viniendo Yo mismo para ayudaros, para salvaros, para libraros del mal, para conduciros a través de estos tiempos difíciles y confusos del dominio de Mi enemigo, del pecado y de la apostasía para conduciros por el camino recto y sin error que os llevará a Mis brazos en el Cielo.

Os he amado como nunca he amado tanto a las generaciones del pasado, os he amado más que a muchas generaciones, os he amado mucho más que a muchos reinos y verdaderamente hijos Míos Aquí, doy Mi amor sin medida a todo aquel que tiene sed y hambre de Mi Amor.

Os he amado tanto viniendo aquí con María y con toda mi Corte Celestial para deciros: Que sufro por vuestros pecados, que soy traspasado continuamente por vuestros pecados. ¡No pequéis más! ¡No Me ofendas más! ¡No Me hagáis sufrir más! ¿Por qué os hacen sufrir tanto los Meses? Dejad el pecado que es lo que os separa de Mí, lo que os arroja en manos de Mi enemigo que os priva de Mi Gracia, de Mi Amor de mi amistad, y volved a Mí por el camino de la conversión y del verdadero Amor.

Muchos de vosotros aún tenéis por Mí el Amor interesado que Me busca sólo por la Gracia, otros Me buscan, Me respetan y rezan porque Me temen, temen ser arrojados por Mí al fuego del infierno. Otros Me buscáis por la recompensa eterna del Cielo.

Todos estos amores, aunque inicialmente comprensibles, ya no pueden existir en vosotros. Yo busco en vosotros el amor filial, el amor que hace que el alma Me sirva, Me obedezca, Me ame por amor para hacerme feliz, para darme alegría, satisfacción, la felicidad de verme amado perfectamente por un hijo Mío. Un amor que hace que no peques para no hacerme sufrir, para no hacerme daño.

Deseo este amor que hace que el alma Me ame más que a sí misma. Es verdad lo que dijo mi amado hijo Marcos: probé a Abraham para ver si Me amaba más que a su hijo y Abraham demostró que Me amaba más que a nada. Es este amor el que vengo a buscar en vosotros, un amor que os haga amarme más que a todo, sacrificarlo todo por amor a Mí si es necesario e incluso dar vuestra vida antes de ofenderme, antes de traicionar Mi Amor.

Por eso Mis hijos crecen en el amor, para crecer en los grados del verdadero amor debéis rezar mucho con el corazón, debéis expandir vuestro corazón con muchas oraciones, lecturas y meditaciones espirituales para que vuestra naturaleza no recaiga en el pecado y endurezca de nuevo vuestro corazón, y para que tengáis realmente la fuerza de elegir entre hacer Mi voluntad y estar dispuestos a renunciar a la vuestra y abrazar la Mía.

Entonces crecerás verdaderamente en el amor-amistad, en el amor filial que generará en ti el temor perfecto, que no es el temor a Mi castigo o al infierno. Sino el miedo a ofenderme, a herirme con tus pecados y la dureza de tu corazón.

Verdaderamente Aquí, en la Escuela de Santidad de Mi amadísima hija María, daré Mi Llama ardiente de Amor a muchos. Abrid vuestros corazones para recibirla y continuad siguiendo a María en las lecciones de Amor que Ella os da Aquí, pues estas lecciones os abrirán las puertas del Cielo y Mis brazos amorosos de Padre.

A todos ahora os bendigo con mi hijo Jesús, con el Espíritu Santo generosamente. Y os doy también el perdón de todos vuestros pecados, el perdón completo que daremos cada año en este día bendito del Aniversario de nuestras Apariciones Aquí a todos los que vengan aquí verdaderamente contritos y deseosos de volver a Mí.

A todos os bendigo ahora».

(Nuestro Señor Jesús): «Hijos míos, hoy, en el Aniversario de las Apariciones de Mi Madre Conmigo, con Mi Padre y toda la Corte Celestial Aquí, me alegro de venir a vosotros y os digo: Mi Corazón os ha amado, os ha amado hasta el final, os ha amado hasta la última gota de Mi sangre, os ha amado hasta el último milímetro de Mi carne que fue arrancada por amor a vosotros para salvaros.

Mi Corazón os ha amado hasta la última gota de Mis hijos, y no hay fibra en Mi Corazón que no os haya amado. ¿Qué más podría hacer por vosotros después de haber derramado toda Mi Sangre por amor a vosotros, después de haberos dado lo más precioso que nadie puede poseer, su propia vida?

Te dije que no hay mayor prueba de amor que dar la vida por tu amigo. Ahora, no sólo te he dado mi vida, sino que te he dado toda mi Sangre, te he dado a mi Madre, te he dado la vida eterna, te he dado todos los tesoros de mi Corazón, te he dado todos los bienes que he recibido de mi Padre, te lo he dado todo, nadie podrá amarte más que Yo.

Mi Corazón te amó, te amó hasta el final, te amó hasta la cumbre del dolor y del sufrimiento, te amó hasta la locura. Pero Mi Amor no es amado por vosotros, cuántos de vosotros seguís siendo fríos, duros de corazón hacia Mí, y entre Mi voluntad y la vuestra seguís prefiriendo la vuestra. Entre las alegrías, la felicidad, las gracias celestiales que quiero dar, seguís prefiriendo los pobres y miserables placeres de este mundo que no pueden satisfacer vuestro corazón.

Mi Amor no es amado, el Amor es despreciado por vosotros, el Amor es pasado por alto, el Amor es herido por la espada de vuestra ingratitud.

Oh, hijos míos, porque me hacéis sufrir así, volved vuestros corazones hacia mí y aceptad de verdad mi amor, para que este amor os transforme de verdad, os libere del pecado y os conforme cada vez más a mi Sagrado Corazón, hasta que os convirtáis en imagen y semejanza perfecta del Dios-Hombre, del Redentor, del Salvador, del Santo de los Santos.

Mi Corazón os amó, os amó mucho enviando a Mi Madre aquí hace 25 años y entonces Yo también vine con ella para mostraros mi Amor. Sí, a través de Nuestro amado Marcos, revelamos Nuestro Amor al mundo con Mensajes de extraordinaria belleza, de extraordinario poder para aquellos que meditan y piensan en ellos.

Aquí revelamos Nuestra luz más fuerte que la luz de 7 soles juntos, y las almas de buena voluntad como Mi hijita Inés del Sagrario pueden verlo, pueden contemplarlo. Sus ojos se deslumbran por la belleza de esta Nuestra Luz y sus almas se embriagan con el vino de Mi amor divino.

Sí, el alma verá de buen grado Nuestra Luz aquí, se regocijará en esta Luz, buscará esta Luz, abrazará esta Luz y colocará esta Luz en su corazón para que esta Luz ilumine todo su interior.

El alma de mala voluntad, el alma malvada verá Nuestra Luz Aquí pero odiará esa Luz, odiará esa Luz y como Herodes y los fariseos perseguirá Nuestra Luz. Y esa misma Luz que podría salvarles, revelará un día toda su oscuridad interior al mundo entero en el Día del Juicio.

Y esa misma Luz que podría elevarlos hacia Mí, que podría salvarlos, será la Luz que los arrojará al infierno y sellará su perdición. Porque Mi Luz iluminará al alma que la reciba, o hará que la oscuridad de los que la rechacen sea aún más profunda y oscura.

Abrazad esta Luz, dejad que esta Luz y esta Llama de Mi Corazón entren en vuestro corazón, hijitos. Quiero llevaros a vivir ardiendo en Mi Llama de Amor tan intensamente como han vivido los santos más ardientes de amor por Mí y por Mi Madre. Porque os amo tanto, en verdad os he amado mucho más y os he favorecido aquí mucho más de lo que lo han hecho muchas generaciones en el pasado.

Y por esta razón, hijos Míos, ante toda la riqueza que Mi Madre y Yo os hemos dado Aquí y en Nuestra gran Luz, podréis decir llenos de Mi Santo Espíritu y de Mi Llama de Amor por el mundo entero: '¡El Amor Me ha amado! ¡El Amor Me ha amado con un amor sin fin! El Amor Me amó y se entregó por Mí, se entregó a Mí y el Amor vive en Mí y Yo vivo en Él. Entonces, con tu corazón rebosante de Mi Llama de Amor, incendiarás el mundo entero con el fuego de Mi Amor Divino.

Y entonces el reino de Mi adversario caerá, el reino del pecado será aniquilado, el imperio infernal será finalmente aplastado bajo Mis pies y los pies de Mi Madre. Y os traeré Mi Reino de Amor que se extenderá por toda la Tierra trayéndoos Nuevos Cielos, Nueva Tierra donde nunca brotarán lágrimas de vuestros ojos, pues todo sufrimiento será finalmente aniquilado.

A todos bendigo con amor a Dozule, Paray-Le-Monial y Jacareí.

(Espíritu Santo): «¡Almas elegidas, esposas mías, como os amo! En verdad podéis decir: El Amor me ama, porque Yo soy el Amor, el Amor que procede del Padre y del Hijo. El Esposo amoroso de vuestras almas os ama con amor loco.

Y vine aquí con María hace 25 años actuando y comunicándome a través de Su Corazón, en primer lugar a Nuestro amadísimo tabernáculo y tabernáculo viviente, Nuestro amadísimo Marcos Tadeo, y luego comunicándoos a vosotros a través de Su palabra, ejemplo y obra para transformaros también a vosotros en Mis tabernáculos y tabernáculos de amor.

Sí, ¡el Amor os ama! El Amor vino del Cielo con María hace 25 años soplando tan poderosamente como en el primer Pentecostés para mover de verdad todas las cosas que estaban paralizadas y muertas en el pecado, para sacarlas de la muerte y devolverlas a la vida.

Sí, como mostré a Mi profeta en aquella visión del Antiguo Testamento haciendo que los huesos revivieran ante él, y que los muertos volvieran a la vida. Así hice aquí a mis hijos. Yo, con Mi soplo de vida a través de María en estas Apariciones, vine Aquí para hacer revivir al que estaba muerto.

Os hice salir de la muerte del pecado donde estabais, os hice venir a la vida, a la vida eterna para daros la alegría eterna y la Paz eterna. A todo aquel que no ha endurecido su corazón por Mí y que no ha tropezado en Mi Amor y en Mi Palabra, a él le he dado verdaderamente Mi Amor sin límites y he hecho brotar en su corazón las flores más bellas del amor, de la gracia, de la virtud, de la sabiduría y de la verdadera santidad para iluminar el mundo con Mi Luz radiante.

El Amor os ha amado y os ama de verdad, por eso permanezco aquí con María a pesar de la dureza de los corazones de tantos. Continúo Aquí con Mi Amor, ofreciendo la salvación, ofreciendo Mi amistad a quien quiera convertirse verdaderamente en Mi amigo, en Mi tabernáculo, en Mi tabernáculo y en Mi esposa del alma.

Yo soy el Esposo de vuestras almas, en el bautismo me casé con vosotras, en el bautismo vuestras almas se convirtieron en Mis moradas, en Mis templos, y vosotras en Mis Esposas.

Y ahora deseo que confirméis espontáneamente este amor, esta alianza, este pacto de amor Conmigo, decidiendo verdaderamente ser Mis Esposas. Es decir, aquellas almas que Me dan amor puro, sin interés, amor-amistad, amor que Me busca sólo para darme alegría, para darme satisfacción, el retorno de Mi amor y de Mis obras, para darme satisfacción amándome y practicando el bien y las virtudes para agradarme.

Sois mis esposas del alma y, como tales, debéis renunciar, apartaros y evitar todo lo que hiera a vuestro cónyuge. Para que vuestro cónyuge no se enfade con vosotras y no se aleje de vosotras.

Sí, mis almas elegidas, sois mi Jardín de descanso, no produzcáis más espinas de pecado e ingratitud, e indiferencia contra mi Amor. Sino más bien producid flores de amor, de virtud, de amabilidad, de bondad, para que Yo me regocije y Mi alma descanse en vosotras y se regocije.

El Amor os ha amado y os ama y por ello debéis regocijaros hoy, porque Aquí os he amado, favorecido y enriquecido mucho más que a muchas generaciones del pasado que tanto mendigaron de Mi Palabra con lágrimas, ayunos, penitencias y gemidos. Y aquí tenéis Mensajes en abundancia, tenéis un tesoro en Nuestros mensajes ilimitados, incontables, infinitos.

Si permanecéis espiritualmente pobres y miserables no es porque carezcáis de Mis riquezas, es porque no Me abrís vuestros corazones para recibir Mis riquezas en vosotros. ¡Venid! ¡Abridme vuestros corazones, alegraos y regocijaos porque el Amor os ama! Aceptad el Amor del Amor Eterno y en verdad os digo: Os transformaré en verdaderos ríos de agua viva que inundarán el mundo entero con las riquezas de mi Amor y de mi Gracia.

Sí, Aquí en este Lugar predilecto de Nuestros Corazones, Aquí en este Lugar que es mi jardín de Amor y de delicias. En la palabra y en la persona de mi hijito Marcos Tadeu, emano cada vez más, manifiesto toda la fuerza de mi Amor, de mi gracia, de mi poder, y muestro verdaderamente al mundo lo que mi Llama de Amor puede hacer en un alma y como alma a través de un alma que se entrega verdaderamente a todo Yo.

Aquí, verdaderamente, en la persona y en su obra manifiesta, muestro Mi Amor que hará tanto más visibles y tanto más fuertes las tinieblas del mal y del pecado que envuelven todas las cosas.

Ábreme tu Corazón, ama al Amor y el Amor te amará.

A todos bendigo con Amor generosamente ahora».

(María Santísima): «Mis queridos hijos, hoy que celebráis aquí el Aniversario de mis Apariciones a mi hijito Marcos, el Jubileo de los 25 años de mi primera Aparición, vengo de nuevo a deciros: Soy la Reina y Mensajera de la Paz, soy la Inmaculada Concepción, soy la Madre de Dios y vuestra Madre. Y en estos 25 años, en estos 25 años de mi gran Amor por vosotros, os he amado de verdad, os he custodiado, os he formado y os he conducido cada vez más por el camino de la santidad.

Son 25 años de gracia, son 25 años del don de la Madre celestial a todos sus hijos, son 25 años de Amor. Son 25 años de Amor en los que mi Corazón Inmaculado no descansó ni un día, ni una noche, ni un minuto al cuidado de mis hijos.

De cuántos peligros os he librado, de cuántas tentaciones del demonio os he preservado, o bien os he quitado. ¡Cuántos males del cuerpo y del alma no os he curado, hijos míos! Cuánto bien he hecho por vosotros, cuántas bendiciones, cuántas gracias he distribuido Aquí.

Son 25 años de Amor, 25 años de lucha continua de vuestra Madre Celestial por vuestra conversión para que abráis los ojos, para que veáis vuestros pecados, para que veáis la necesidad de vuestra conversión y también para que veáis el gran peligro en el que se encuentra ahora el mundo a punto de caer en un abismo sin fin de destrucción total de todo lo que es bueno, de todo lo que es santo y de todo lo que puede daros Paz, alegría y felicidad aquí en este mundo y en el otro.

Sí, hijos míos, Satanás desea destruir todo lo que es bueno, desea destruir el mundo entero y desea hacer que todos los seres humanos se destruyan a sí mismos y echen a perder su salvación, perdiendo así la felicidad eterna y yendo después al fuego eterno, donde los atormentará con una tiranía cruel.

Y Yo he venido para abriros los ojos, para que veáis las intenciones de Satanás y luchéis contra él con los poderosos medios que os he dado Aquí: El Rosario Meditado, Mis Horas de Oración, y todas las poderosas armas que os di para vencer Conmigo a toda la insidia de Satanás y a toda la fuerza infernal.

Son 25 años de amor, en los que fui verdaderamente paciente contigo, esperé tu conversión tan lentamente, tan débil, tan despacio, fui paciente contigo sufriendo tus defectos y tus pecados, perdonándote una y otra vez y levantándote miles de veces cuando caías en alguna falta.

Son 25 años de Amor y Misericordia y ningún pecador puede decir que Aquí no he ofrecido Mi Amor, Mi perdón y los medios poderosos y eficaces para la salvación de todos Mis hijos.

Son 25 años de Amor, 25 años en los que vivo más aquí en la tierra, en Jacari, que en el Cielo, formándoos, educándoos en el camino del verdadero Amor, de la oración con el corazón, del sacrificio, de la penitencia, del cumplimiento de los mandamientos de Dios, de la voluntad del Señor, de los mandamientos de mi Hijo. Enseñándote lo que es la verdadera santidad y el verdadero amor que agradan a Dios.

Son 25 años de Escuela continua de Amor, de Santidad, donde os he comunicado los maravillosos tesoros de sabiduría divina con los que el Espíritu Santo ha llenado mi Corazón y los he comunicado verdaderamente, y los he distribuido abundantemente a todos los que buscan seriamente conocer, meditar, saborear, asimilar, absorber mis mensajes para llegar a ser sabios como yo estoy adquiriendo la verdadera sabiduría, la sabiduría de los Santos, mi sabiduría que es: saber amar a Dios perfectamente y hacer su Voluntad.

Son 25 años de Gracia Interminable, cuando os di Aquí Mi Medalla Milagrosa de la Paz, la Medalla de Mi Esposo José, Mi Escapulario Gris, las Fuentes de Gracia, las oraciones, la Treceava y la Séptima. Y también las maravillosas películas que Mi hijo Marcos hizo a petición Mía para vosotros, que os hicieron conocerme, conocer Mis Apariciones y Mensajes, comprender verdaderamente Mi Dolor y Mi Sufrimiento y transformaros así en verdaderos consoladores de Mi Corazón. Hijos, que sacáis las espadas de dolor de Mi Corazón con Vuestra santa vida de oración, amor y obediencia, hijos, que no aumentáis Mi Dolor sacando espadas de dolor de Mí con su pecado, su egoísmo, su maldad, su impureza, su falsedad, su mentira, su rebelión contra Dios y contra Mí.

Verdaderamente Aquí os he dado una Escuela completa capaz de producir los más grandes y eminentes santos de toda la historia humana.

Ved, hijos Míos, cómo os ha amado vuestra Madre y cómo estos 25 años han sido años de un amor inmenso, ilimitado, de la Madre del Cielo por vosotros, que os ha amado como nadie os ha amado ni os podrá amar jamás.

Por eso, hijos míos, abrid ahora vuestros corazones para recibir mi Llama de Amor, ensanchad vuestros corazones rezando más, entregándoos más a mí, sacrificándoos, trabajando más por mí. Para que en este Año Jubilar Mi Llama de Amor entre realmente en vuestros corazones y los transforme en esa maravillosa y acabada obra de santidad que vine a producir primero en Mi hijo Marcos y luego, a través de él, en vosotros. Para que pueda dar a Mi Señor un hermoso regalo en Su regreso, un pueblo verdaderamente Santo, un pueblo agradable e Inmaculado a Sus ojos.

Rezad, rezad mucho para que Mi Llama de Amor entre verdaderamente en vosotros y brote de vuestro corazón abrasando al mundo entero.

Verdaderamente Aquí en Jacareí, en la persona y obra de Mi hijo Marcos soy consolada, soy glorificada, soy exaltada como nunca antes desde que el verbo se hizo carne, desde que me hice Madre de Dios. Y aquí verdaderamente mi Corazón triunfará irradiando mi poderosa Luz que liberará al mundo entero del dominio y del yugo de Satanás, aniquilando el poder del Infierno y trayendo al mundo entero una nueva era de Paz.

Aquí mi Corazón ha encontrado por fin ese amor, ese amor en pura transformación que yo y mi Hijo buscamos en el mundo entero y no encontramos. Lo encontré en un niño hace 25 años que fue capaz de dármelo todo y que no desea nada más que amarme para darme alegría, contento, satisfacción. Dándose a Mí en el dolor, en la alegría, en la enfermedad, en la dificultad, en la prueba, aferrándose a Mi amor y amándome siempre más que a sí misma.

Este niño es Mi hijo Marcos Tadeo en el que ya he triunfado y en el que he vencido a Mi enemigo y a través de él venceré en la vida de millones de Mis hijos y finalmente a través de aquí, a través de Jacareí de Mi hijo Marcos se cumplirán las profecías de La Salette, de Fátima y de todas mis apariciones y Mi Corazón Inmaculado triunfará con toda seguridad.

A todos bendigo con amor Lourdes, Fátima, Quito y Jacareí».

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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