Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 31 de enero de 2016

Mensaje de María Santísima

 

(María Santísima): Mis queridos hijos, hoy os invito una vez más a ensanchar vuestros corazones para que mi Llama de Amor entre en ellos y produzca en ellos grandes cosas como ha producido en los corazones de los Santos y especialmente en el de San Juan Bosco de hoy.

Sí, Él ensanchó mucho sus corazones, enormemente, con muchas oraciones, sacrificios, trabajando y entregándose cada vez más a Mí.

Deseó Mi Llama de Amor más que nada, Me amó más que nada y Yo le di Mi Llama de Amor enormemente también, realizando a través de Él grandes cosas. Haciendo que Mi Gloria a través de Él se extendiera desde Turín a todo el mundo, a través de las Órdenes Religiosas que fundó, a través de las escuelas que llevaron a tantos millones de Mis hijos, no sólo en la formación humana que da paz, que da estabilidad, que da buen hacer, que da realización humana en la tierra. Sino también la formación religiosa sin la cual el hombre no es más que un animal que sabe leer y escribir.

Sí, verdaderamente a través de mi hijo Juan Bosco he hecho maravillas en todo el mundo y he salvado a millones y millones de jóvenes, que sin su sí, que sin su trabajo incansable estarían fatalmente perdidos y ahora estarían sufriendo en el infierno por toda la eternidad.

A través de ti también quiero hacer maravillas para la salvación de Mis hijos y llevar al Cielo a millones y millones de almas. Si mi hijo Juan Bosco no me hubiera dicho que sí y se hubiera sacrificado y donado tanto como lo hizo. Esos millones de jóvenes que Él salvó habrían estado en el infierno durante más de cien años, y sin embargo su infierno no habría hecho más que empezar, porque el infierno es eterno y nunca acabará, quien caiga en él nunca saldrá de él.

Lo que Mi hijo hizo, lo que Mi hijo Juan Bosco hizo por estas almas tiene un valor infinito, porque fue la mayor caridad que un hermano puede hacer por otro hermano: dar su vida para salvar el alma de su hermano.

Quiero hacer lo mismo a través de vosotros, hijos Míos, pero si no ensancháis vuestros corazones, si no ensancháis vuestros corazones a Mi llama de Amor, nunca, nunca podré hacer nada en vosotros y a través de vosotros. Y vuestra vida seguirá siendo lo que ha sido hasta hoy, un árbol raquítico, débil, sin apenas frutos de santidad.

Que Mi hijo no tenga el disgusto de acercarse a ti y ver que eres tan estéril como aquella higuera del Evangelio. Que tampoco encuentre en vuestras almas ningún fruto estropeado, es decir, el pecado.

Por eso, os pido, hijos Míos, que renunciéis de verdad a todo, a vuestras opiniones, a vuestra voluntad y a vuestra carne, y que, finalmente, expandáis vuestros corazones hacia Mí, abriéndolos mediante muchas oraciones. Y, sobre todo, el ejercicio diario de morir a vosotros mismos y entregaros cada vez más por Mí, dejando que Mi Llama de amor crezca así en vuestros corazones.

El mayor don que deseo de vosotros como acción de gracias en el Jubileo de Mis Apariciones Aquí Domingo es un corazón verdaderamente dilatado y abierto a Mí, para que Mi Llama de Amor pueda entrar y realizar en vuestros corazones grandes cosas, grandes maravillas de amor.

Continuad rezando Mi Rosario y todas las oraciones que os pido cada día. Meditad Mis Mensajes, son extraordinarios para los que piensan y meditan en ellos y son una piedra de tropiezo para los que los desprecian y los tienen como algo de poco valor.

Porque los que no meditan en Mis Mensajes no verán sus propios errores, sus defectos, no verán las virtudes que no tienen y que necesitan adquirir para ser santos, no verán la frialdad de sus propios corazones. Y por eso morirán de inanición espiritual, morirán de parálisis espiritual en sus pecados. Y así, desgraciadamente, acabarán sus vidas sin la gracia de Dios y sin la santidad que es la única llave que abre al hombre la puerta del Cielo.

Quiero realizar en vosotros la gran obra de la santificación como hice con mi Juan Bosco, dadme vuestro sí, ensanchad vuestros corazones hacia mí y entraré con mi llama de amor haciendo maravillas.

A todos bendigo amorosamente a Marcos, el alumno más fiel de mi hijo Juan Bosco después de Domingo Savio, mi hijo predilecto, el más trabajador y dedicado de mis hijos.

Y a todos vosotros, hijos míos, os bendigo con amor desde Turín, Fátima y Jacareí».

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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