domingo, 5 de mayo de 2013

Mensaje de San José

Queridos hijos, hoy cuando ya están celebrando el ANIVERSARIO DE LA REVELACIÓN DE MI MEDALLA DEL CORAZÓN a Mi pequeño hijo Marcos, vengo de nuevo a bendecirlos y a dar paz.

La Medalla de Mi Corazón es una gracia maravillosa de Mi amor para toda la humanidad! Cuando di esta Mi Medalla Aquí hace dos años Mi Corazón Más Amoroso se expandió tanto en Su ardiente Amor por ustedes y es de este gran Amor, de las profundidades de este gran Amor que Mi Medalla, la Medalla de Mi Corazón que les doy como la última tabla de salvación, como un escudo muy poderoso contra todas las fuerzas del mal y como el precioso canal y medio para que Mis gracias puedan alcanzarlos y así su vida pueda ser cada vez más bendecida y llena del Amor de Dios.

La Medalla de Mi Corazón es una gracia maravillosa de Mi Amor y del Amor de la Santísima Trinidad, porque la Santísima Trinidad Me ha concedido todo el poder en el Cielo y en la Tierra, Me ha hecho el administrador, mayordomo y tesorero de todas Sus posesiones y Ella, Ella ha determinado que Yo daré a quien quiera, cuanto quiera y cuando quiera de Sus gracias. Y en Mi gran amor por Mi pequeño hijo Marcos, por Mis Esclavos de Amor que dan sus vidas por Mí Aquí y también por todos ustedes Mis hijos peregrinos, en Mi gran amor por todos ustedes he decidido dar Aquí en Jacareí, a todo el mundo la Medalla de Mi Corazón. Esta gracia que fue guardada por dos mil años, solo ahora para ser dada a ustedes es la gracia más grande de todos los tiempos que he ofrecido y ofrezco a la humanidad. Tomen Mi Medalla sobre su corazón, úsenla con amor y confianza, y prometo a través de ella guiarlos por el camino seguro de la santidad que conduce al cielo.

No pequen más. No ofendan al Señor que ya está mucho ofendido. No sean ingratos porque los ingratos son odiados por el Señor e incluso por los hombres. No sean deshonestos, porque los deshonestos no entrarán en el Reino del Cielo. Restituyan incluso un fósforo a aquellos a quienes lo deben. No sean impuros Mis hijos en sus obras, obras y acciones. Hagan todo con honestidad, todo con amor, y todo con fidelidad a los mandamientos de Dios, para que Él pueda lanzar Su bendición sobre su vida, sobre sus obras, y para que puedan siempre caminar en paz.

Continúen rezando Mi Hora de Oración cada domingo, esta Hora de Oración que Yo amo tanto les dará gran paz de corazón, les dará esa gran santidad que deseo dar a todo el mundo, y protegeré sus familias de todos los ataques de Satanás a través de ella.

Aquí, donde Mi Corazón Más Amoroso ha dado la gracia más grande de todas a todo el mundo, los bendigo en este feliz día con toda la generosidad de Mi Corazón, de NAZARÉ, de BELÉN y de JACAREÍ. Paz".

MENSAJE DE NUESTRA SEÑORA

"Queridos hijos, hoy, Yo, la MADRE DE AMOR ETERNO, vengo de nuevo a decirles: Oren, oren y oren. Solo con la oración pueden superar todos los sufrimientos de su vida. ¡Los amo tanto! Y Mi Corazón nunca se cansa de atraerlos con gracias, señales, bendiciones y maravillas en todo modo para que entonces sus almas se abran al amor de Dios, se acerquen a Mi Inmaculado Corazón para que Yo pueda guiarlos cada vez más por el camino de la salvación, la santidad y la paz.

Mi Llama de Amor corre hacia ustedes, como Ella desea quemarlos con amor por el Señor, como Ella desea transformarlos de verdaderos hornos ardientes de amor por el Señor. Oh, no nieguen recibir Mi llama de amor en ustedes, sino más bien denle la bienvenida a sus corazones y dejen que cumpla en ustedes la gran conversión que el Señor desea y que Yo tanto anhelo y les pido a cada uno de ustedes. Cada uno de ustedes que está aquí, que vino aquí en las Apariciones en Jacareí, cada uno de ustedes que ahora Me escucha fue amado por Mí con un amor tan grande que si fuera fuego disolvería todo el universo, todo el mundo. Mi amor por ustedes es tan intenso, tan grande Mis hijos! Abren sus corazones, para recibir en sus corazones este amor. Sus miserias, debilidades y limitaciones serán consumidas en la Llama de este Amor, y Yo les mostraré Mi gran poder haciendo brillar Mi luz mística y brillar ante toda la humanidad.

Estoy con ustedes en todo momento y nunca los abandonaré. En dificultades, llámenme, llámen a Mi Esposo Más Casto José, llámen a los Santos y Vendremos sin demora para consolar y confortarlos.

Oren el Santo Rosario todos los días, porque con Él continuaré su conversión y derramaré copiosas gracias sobre todos ustedes. El mundo necesita muchos Rosarios ahora, deseo lograr grandes cosas en el mundo para eso: Oren, oren y oren. Cuento con ustedes, estoy con ustedes, soy su Madre y los bendigo ahora de FATIMA, de COTIGNAC y de JACAREÍ.

Paz Mis queridos hijos".

(Marcos): "Sí. Sí Señora. Sí, gracias Mi Padre San José. Sí, lo haré. Sí, lo haré. Nos vemos pronto."

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