domingo, 26 de junio de 2011

Conmemoración del 30º Aniversario de las Apariciones de Medjugorje

Mensaje de la Muy Santa María

Mis queridos hijos, hoy contemplan y celebran el 30º aniversario de mis apariciones en Medjugorje. Todavía están celebrando la gran fiesta de ayer, la fiesta de todo el Paraíso, la fiesta de los hijos de mi Inmaculado Corazón, de todas las almas de buena voluntad que aún están en este mundo. Fiesta de todos aquellos que ya han respondido SÍ y que caminan conmigo por el camino del amor, la bondad, la gracia y la paz.

Los treinta años de mis apariciones, de mis apariciones en Medjugorje, son la prueba más grande del amor de mi Inmaculado Corazón por ustedes, Mis hijos a quienes tanto amo y a quienes tanto deseo salvar y conducir al Cielo.

Los treinta años de mis apariciones en Medjugorje son la prueba más grande de cuánto me he entregado por completo para redimir a todos mis hijos del camino de la muerte y el pecado, de la muerte eterna y el pecado. Para llamarlos y devolverlos a la casa del Padre por el camino de la conversión, la oración, el amor, la gracia, la pureza, la penitencia y la paz.

Durante estos treinta años de mis apariciones en Medjugorje, no he fallado un solo día en llamarlos cada día a la conversión, para mostrarles cada día cuánto los amo y cuánto deseo conducir a cada uno de ustedes por el camino de la paz, de la felicidad ya en esta tierra y luego, conmigo en el Paraíso.

Los treinta años de mis apariciones en Medjugorje son el LLAMADO URGENTE, la ÚLTIMA ADVERTENCIA que Dios envía al mundo para su conversión a través de mí.

DESPUÉS DE QUE TERMINEN LAS APARICIONES EN MEDJUGORJE, ¡NUNCA VOLVERÉ A ESTE MUNDO! POR ESO, MIS HIJOS, ESTE TIEMPO EN QUE ESTOY APARECIENDO EN MEDJUGORJE Y AQUÍ EN JACAREÍ, ES UN TIEMPO DE GRACIA, ÚNICO, ÚNICO, IRREPETIBLE QUE NUNCA SE DARÁ A LA HUMANIDAD DE NUEVO.

Aprovéchenlo para que puedan convertirse verdaderamente de manera sincera y puedan avanzar por el camino del amor, la gracia, la conversión, la santidad y la paz. De lo contrario, Mis hijos, en el día de la Advertencia y el Castigo, grande será su desesperación al ver que han desperdiciado los preciosos días de este tiempo en que estoy con ustedes y que han malgastado todas las gracias que les he dado a lo largo de mis apariciones.

Los treinta años de mis apariciones en Medjugorje son la señal ardiente de cuánto mi Inmaculado Corazón ya ha hecho por toda esta humanidad, por mis hijos, por los católicos, por los cristianos de la raza elegida de mi Divino Hijo Jesús Cristo, y cuánto mi Corazón no ha cesado de dar día tras día innumerables oportunidades de regeneración y conversión para todos mis hijos. Por lo tanto, pequeños hijos, este tiempo que es un tiempo de gran gracia para todos ustedes, es también un tiempo de gran responsabilidad para todos ustedes y se les cobrará día tras día y gracia tras gracia que no han utilizado bien para poner en práctica mis Mensajes en sus vidas y para verdaderamente volverse santos.

Piensen en cuánto mi Inmaculado Corazón ha trabajado y luchado a lo largo de estos treinta años para salvar a cada uno de ustedes y para que mis Mensajes lleguen a cada uno de ustedes. Y vean, Mis hijos, si alguien podría amarlos más de lo que lo hice yo, y si alguien podría hacer más por ustedes de lo que hice yo.

Por lo tanto, los llamo, Mis hijos, a responder al amor de mi Inmaculado Corazón y a no demorarse más en su indiferencia, en su indecisión, en su pecado, permaneciendo aún apegados a las cosas de este mundo, de la tierra, apegados a su voluntad desordenada, pero los llamo a entregarse incondicionalmente a mí, para que pueda llevar a cabo en ustedes el gran plan del Señor y de mi Inmaculado Corazón que abarca Medjugorje, Jacareí, mis apariciones dispersas por toda la tierra, y cada uno de ustedes también, mis queridos pequeños hijos.

Finalmente, hoy los invito a imitar la perseverancia de mis queridos pequeños hijos, mis videntes de Medjugorje, mi pueblo medjugoriano que ha sido fiel a mí durante treinta años, y la perseverancia y fidelidad de mi pequeño Marcos que ha permanecido durante veinte años: imperturbable, celoso, ardiente en mi escuela de santidad y amor, para que en ustedes también, pequeños hijos, mi plan pueda realizarse sin obstáculos ni demora, y pueda hacer que mi Llama de Amor estalle en ustedes y a través de ustedes de manera PODEROSA, con sus eficaces gracias de conversión y salvación para todo el mundo.

Hoy, en el 30º aniversario de mis apariciones en Medjugorje que aún están celebrando, los bendigo a todos con amor desde FÁTIMA., desde MEDJUGORJE., y desde JACAREÍ.

Paz, Mis hijos, Paz Marcos, el más comprometido y dedicado de mis hijos".