domingo, 5 de junio de 2011

Mensaje del Corazón Santísimo de San José

Queridos hijos ¡Mío! Mi CORAZÓN SANTÍSIMO los bendice nuevamente y les da Paz.

Mi CORAZÓN SANTÍSIMO es para ustedes el refugio siempre seguro. Por lo tanto, hijos Míos, no teman nada. En tiempos de sufrimiento, acuérdense de Mí y de Mis Mensajes, y su corazón se calmará inmediatamente, se calmará y tendrá paz.

¿Puede un hijo desesperarse sabiendo que Su Padre lo ve, lo vigila, lo cuida y tiene el poder de ayudarlo y liberarlo de todo sufrimiento? Pues ustedes tienen este Padre, hijos Míos, quien soy Yo. En Mis Manos el Altísimo ha puesto todas Sus posesiones, todas Sus posesiones, por lo tanto, tengo en Mis Manos todas las gracias del Altísimo para poder derramarlas sobre cada uno de ustedes, para guiarlos, para protegerlos, para velar por ustedes, para conducirlos seguros al puerto de la salvación.

Como ya les he dicho: Entre ustedes y el diablo, entre ustedes y el mundo, entre ustedes y el sufrimiento está colocado Mi Manto, como un muro, como una barrera de luz. El mal no podrá avanzar contra ustedes más allá de lo que ya ha sido determinado por el Altísimo y por Mí. ¡Mi Manto detiene el mal! Deben orar solamente y orar mucho, para que el mal retroceda más en el mundo y las almas tengan la gracia de encontrar Mi Corazón lleno de amor para ellos, y a través de Mi Corazón encontrar el amor de Dios y el amor de la Santísima Virgen.

Mi Corazón es su hogar, por lo tanto, deben siempre buscar vivir en Mí, permanecer en Mí. No me importan sus pecados y sus miserias, no les exijo una perfección consumada desde el principio para darles refugio en Mi Corazón. ¡Solo quiero confianza! ¡Solo quiero docilidad a Mi voz! Solo quiero que se dejen llevar por Mí, para que pueda llevarlos seguros por el camino que es su vida en la tierra, hasta que los entregue seguros en los brazos de Jesús y María.

Cuanto más confíen en Mí, más los llevaré serenamente en Mis brazos hacia Dios!

Cuanto más Me amen, más los amaré! Cuanto más se entreguen a Mí, más les daré todo Mi amor!

Me gusta entregarme enteramente a aquellas almas que se entregan enteramente a Mí también, y a esas almas no suelo negar nada, todo lo que Me piden siempre es según Mi voluntad y para darme mayor alegría, gusto y satisfacción. Por lo tanto, me gusta favorecer a esas almas, las almas pequeñas, las almas que se arrojan en Mis brazos como el niño en el brazo de Su Padre a esta alma, Mi Corazón suele favorecerlas grandemente, y el límite es simplemente el ilimitado, es decir, les concedo todo a esas almas que confían en Mi bondad.

Mi amor por ustedes, hijos Míos, es tan grande, que ni toda la sabiduría de los Ángeles, los Arcángeles, y los bienaventurados pueden entenderlo todo. Solo en el Paraíso entenderán cuánto los he amado, cuánto los he amado, cuánto bien les he hecho!

¡Vengan a Mi Corazón siempre! Este Corazón que les he mostrado aquí está inflamado, ardiendo de amor como un sol, que casi explota, esparciendo llamas por todo el universo. Para que de esta manera, hijos Míos, pueda siempre llenarlos con Mi amor, llenarlos con Mi Paz, llenarlos con Mi gracia.

El Altísimo les ha confiado a Mí. El Altísimo les ha dado a Mí para que los proteja. El Señor les ha dado a Mí y Me ha dado a ustedes. Por lo tanto, lo que Dios ha unido, que el hombre no lo separe. Por lo tanto, hijos, vengan a Mí que estoy estrechamente unido a ustedes en todo momento, conformen su voluntad a la Mía, para que al fin Mi Plan de Amor pueda cumplirse en la vida de todos ustedes.

Continúen rezando Mi HORA SANTA de Oración cada domingo, a través de ella imprimo Mi signo en su alma, derramo sobre ustedes muchas bendiciones y muchas gracias, alejo de ustedes y de sus familias muchos males, alejo del mundo muchos castigos, disminuyo la influencia de Satanás en su vida y neutralizo sus planes para perder sus almas.

Continúen con Mi HORA SANTA DE ORACIÓN, a través de ella una gran y generosa ducha de bendiciones desciende del Cielo cada domingo sobre toda la Tierra!

A todos en este momento, los bendigo generosamente con todas las gracias eficaces de Mi Corazón Santísimo".