viernes, 13 de noviembre de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Cuando iba a la reunión de oración en el Santuario de Lourdes, Verona, vi a la Santísima Madre que se me apareció inesperadamente, mientras viajaba, dentro del coche. La acompañaban San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Llevaba un velo blanco y una túnica gris azulada. Y cantaba un hermoso himno. Los Arcángeles la acompañaban cantando:

¡Oh María, María, María!

Madre de Dios y Madre nuestra.

¡Bendita eres entre todas las mujeres, Madre de Dios y Puerta del Cielo!

Ella nos bendijo y me dijo ¡Hasta la vista!

Lo que significaba que vendría de nuevo, cuando me encontrara en oración en la Iglesia, con los fieles presentes.

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, mi Hijo Jesús me envía desde el cielo para deciros que intercedáis por el bien de la humanidad que se ha hecho merecedora de su justicia de un modo nunca visto.

Reparad con vuestras oraciones, sacrificios y penitencias vuestros pecados y los del mundo. No seas desobediente a las llamadas de Dios. Él os habla en los tiempos presentes, a través de mí, su Madre Inmaculada.

Me manifiesto en muchas partes del mundo para llamaros a Dios. Rezad para que se abran los corazones cerrados y endurecidos.

Pedid perdón por vuestros pecados. La conversión es decidirse por Dios, viviendo en paz con todos, amando y perdonando las ofensas que hayáis recibido, y abrir vuestros corazones al Señor amando a todos vuestros hermanos y hermanas.

Hijos míos, amad para pertenecer a Dios. Amad para merecer el reino de los cielos. No deseéis el mundo, sino el cielo. No viváis en el pecado, sino en la gracia divina, pues os abre las puertas del cielo. El pecado te hace merecer el infierno.

Maridos y mujeres, amaos los unos a los otros. Sed fieles a Dios, cuidando de vuestro hogar con amor, sin egoísmo y sin peleas.

Hijos, vivid los mandamientos de Dios y honrad especialmente a vuestros padres y madres como Dios quiere. Rezad juntos y vuestras familias serán bendecidas por el Señor. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.