domingo, 27 de mayo de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Martinengo, BG, Italia

Hoy vino la Sagrada Familia: Nuestra Señora con su Esposo más casto. San José tenía al Niño Jesús en sus brazos. La Sagrada Familia bendijo a las personas presentes en la aparición y Nuestra Señora fue quien dio el mensaje, esta tarde:

Paz, mis amados hijos!

Hoy les agradezco por su presencia y les digo que Dios desea realizar grandes cosas para la salvación de ustedes y sus familias.

Hijos míos, no teman las pruebas que aparecen en sus vidas. Sirven para purificarlos y renovarlos en la fe y el amor. No teman. Dios está con ustedes y los bendice.

Itapiranga es un lugar bendecido por Dios. Lo que comencé en Itapiranga llegará a muchos lugares del mundo, porque Dios quiere que su mensaje sea conocido por todos, porque quiere liberarlos de la oscuridad que los rodea.

Itapiranga, Itapiranga, desde aquí los bendigo, así como toda la Prelatura de Itacoatiara, tan distante y aún tan desconocida por muchos, pero que es preciosa a los ojos de Dios, donde muchos vendrán a pedir su luz y su misericordia.

La Sagrada Familia miró al Obispo Carillo y Nuestra Señora, con una mirada maternal le dijo:

Bendigo al Obispo al que he elegido y le digo: Estoy a tu lado y te doy el amor de tu Madre. Hoy, mi Hijo Jesús te dice que envía el Espíritu Santo sobre ti. Cree, abre tu corazón y verás la acción de Dios en tu Prelatura. Te bendigo.

Luego, mirando a todos los presentes en la Iglesia, dijo,

Recen, recen, recen, y el mundo recibirá en profundidad la luz de Dios. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!