sábado, 5 de noviembre de 2011

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis hijos, vivan su conversión a diario y con el corazón.

La conversión es un cambio de vida, es vida renovada en Dios. El que no ama, que aprenda a amar. El que no ora, que comience a orar. El que no perdona, que perdone. Nadie puede decir que no necesita conversión, porque la conversión es necesaria para todos. Mis llamados hablan de amor, paz y perdón. Mis llamados los invitan a la oración. Mis llamados vienen directamente del Corazón de mi Hijo Jesús. ¿Por qué no escuchan y obedecen mis llamados? ¿Por qué a menudo no oran?

Abran sus corazones. Oren más y más. Tengan mucho cuidado con aquellos que afirman hacer la voluntad de Dios, que afirman vivir mis mensajes, pero no hacen nada, no los viven y no los practican, porque dan un testimonio de vida totalmente diferente a lo que su Madre Celestial les pide.

Aquellos que escuchan mis enseñanzas son humildes, obedientes y tratan de hacer la voluntad de Dios en todo, e incluso en las mayores pruebas y aflicciones nunca desesperan ni pierden la paz. Oren mucho, mis hijos, por la conversión de sus hermanos, porque muchos viven solo en apariencias, pero no agradan el Corazón de Dios y el Corazón de su Madre.

Mi obra en Itapiranga es santa. Quien no tiene celo, amor y respeto por las obras de Dios no podrá merecer sus gracias ni el reino de los cielos. ¡Oren y conviértanse! Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!