jueves, 19 de junio de 2014

Jueves, 19 De Junio De 2014

Mensaje de Jesucristo dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

«Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado».

"La sociedad ha dado grandes pasos al redefinir la libertad como el derecho a pecar. Pero, os digo, la libertad de practicar públicamente el cristianismo está cada vez más atacada. Habéis eliminado la oración de las escuelas para sustituirla por la violencia. La exhibición de los Diez Mandamientos en las salas de los tribunales es controvertida. ¿Es de extrañar que el sistema legal apoye el pecado?"

«Incluso en este entorno, en este lugar, la oración es atacada por quienes tienen influencia».

"Hermanos y hermanas míos, debéis reconocer en vuestros corazones lo que es bueno y lo que es malo. No os dejéis llevar por la opinión popular ni por la mayoría. Manteneos firmes en la Verdad del bien frente al mal".

"Cada vez más, la línea que separa el bien del mal se verá difuminada por la confusión de la época. El pecado no se considerará pecado, sino una especie de derecho".

"Los que tengáis el valor de defender la Verdad debéis dar a conocer vuestras opiniones. Sólo así podrá crecer el Remanente. Ahora tenéis la libertad de hacerlo. Utilizadla".

Lee 2 Timoteo 4:1-8

Te encarezco en presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, y por su aparición y su reino: predica la palabra, urge a tiempo y a destiempo, convence, reprende y exhorta, sé constante en la paciencia y en la enseñanza. Porque se acerca el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza, sino que, teniendo comezón de oír, acumularán para sí maestros que se adapten a sus propios gustos, y se apartarán de la escucha de la verdad y se desviarán hacia los mitos. En cuanto a vosotros, estad siempre firmes, soportad el sufrimiento, haced la obra de un evangelista, cumplid vuestro ministerio.

Pues ya estoy a punto de ser sacrificado; ha llegado el momento de mi partida. He combatido el buen combate, he terminado la carrera, he guardado la fe. Desde ahora me está reservada la corona de justicia, que el Señor, juez justo, me concederá en aquel Día, y no sólo a mí, sino también a todos los que han amado Su aparición.