viernes, 16 de agosto de 2002

Viernes, 16 de agosto de 2002

Mensaje de la Venerable María de Ágreda dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

María de Ágreda viene. Ella dice: "Alabado sea Jesús. He venido para comenzar mi discurso con ustedes acerca de la vida virtuosa de María, Reina del Cielo y de la tierra."

"Porque Nuestra Señora fue concebida inmaculadamente, Ella no era de naturaleza caída. Cada virtud era perfecta en Ella y cada una basada en el Amor Santo que era Su mismísimo Corazón."

"A través de la virtud más profunda de humildad jamás conocida por una de las criaturas de Dios, María siempre aceptó la Divina Voluntad de Dios. Esto se hace evidente en Sus palabras al Arcángel Gabriel en la Anunciación: 'Hágase según tu palabra'. Aunque Ella se entristeció muchas veces, fue una tristeza que no procedía del amor propio. Ella se entristeció al ver el pecado en el mundo y al ver el sufrimiento de Su Hijo. Siempre prefirió ser un apoyo amoroso en segundo plano."

"Si las mujeres en Su compañía comenzaban a chismear, Nuestra Señora siempre encontraba algo bueno que decir sobre la persona en cuestión. Ella, en perfecta humildad, nunca discutió para defender Su opinión, y nunca le dio la menor importancia a las opiniones de los demás sobre Ella. Esto se debe a que Ella era humilde en pensamiento, palabra y obra."

"El mundo de hoy debería sentirse consolado al pensar en una Madre tan amorosa y humilde allá en el Cielo."