Mensajes al Refugio Sagrada Familia, EEUU
jueves, 31 de julio de 2014
Ven Santísima Trinidad y La Sagrada Familia Sólo con Tus Palabras y San Miguel como guardián

Mi amado hijo, este es tu Jesús de amor y misericordia. Di a todos Mis hijos remanentes que están escuchando que Yo estoy con ellos en todo momento. No prestes ninguna atención al maligno cuando estés haciendo Mi voluntad y la voluntad del Padre. No penséis que las cosas serán más difíciles cuando hagáis Mi voluntad. La verdad es que el Padre tiene el control de todo cuando Mis hijos hacen Mi voluntad, ocurrirán menos cosas malas. Satanás sólo obtiene el poder de las personas que viven en pecado mortal y trabajan para él. Cuando Mis hijos trabajan para su Dios, a satanás se le quita el poder. Deseo que más de Mis hijos trabajen para su Dios y satanás pierda todo su poder. Llegará el momento en que satanás pierda todo su poder, pero podría llegar antes si más gente entregara su vida a su Dios. Por favor, escucha a Dios y haz lo que te pida y no te preocupes por el otro lado. Cuando estéis haciendo la voluntad de Dios, satanás os agravará porque disminuís su poder ayudando a vuestros hermanos y hermanas. Yo, tu Jesús, controlo todo en la Tierra y en el Cielo por la mano de Mi Padre. Permito que satanás haga algunas cosas a los buenos y a los malos sólo para enseñarles paciencia y para que sepan que satanás es real y quiere robarte el alma haciendo todo lo posible, pero tu Dios tiene el control. Cuando vives en pecado mortal y no dejas que tu Dios te ayude, entonces puedes ser derribado por satanás porque le estás diciendo a tu Dios: «Aléjate, no quiero tu ayuda». Un buen ejemplo es cuando estás haciendo un trabajo que te resulta pesado de levantar, y un amigo pasa, te ve y te dice: «¿Necesitas otra mano que te ayude?». Y tú dices: «No, lo haré yo solo, no necesito otra mano». Intentas hacerlo tú mismo y te haces daño, y luego culpas a Dios por dejar que te hagas daño. Yo no dejé que te hicieras daño, fuiste tú el que te hiciste daño al no aceptar la ayuda cuando te la envié. Así es como actúa tu Dios. Siempre envía ayuda de alguna manera, pero a veces eres demasiado terco para aceptarla y luego culpas a otro. Una lección de Jesús a Sus hijos buenos y obstinados. Con amor, Jesús.
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.