domingo, 21 de febrero de 2016

Llamamiento Urgente a la Humanidad de Jesús Sacramentado.

¡Hijos míos, se acerca el Día en que se detendrá el reloj y todo dejará de funcionar en este mundo!

Hijos míos, paz a vosotros.

Los días de la misericordia están llegando a su fin. La humanidad pronto estará en los días de la justicia divina, en los que muchos, por falta de conocimiento, tibieza espiritual o pecado, morirán. Los días del reinado final del príncipe de este mundo están a punto de comenzar. Serán 1.290 días en los que el pueblo de Dios será puesto a prueba y pasará por el horno del sufrimiento. Esos días se acercan; sólo falta que mi Padre os envíe el Aviso, para que los días de misericordia lleguen a su fin y se cumpla toda palabra que está escrita.

Esta generación conocerá la justicia divina y la inmensa mayoría se arrepentirá, porque no ha querido escucharme. Habrá días de aflicción por todas partes; serán días de angustia, caos, aislamiento y purificación; días en los que, si no estás preparado espiritualmente, correrás el riesgo de perderte. La fe de Mi Pueblo será puesta a prueba; seréis probados como se prueba el oro en el fuego; muchos de los últimos serán los primeros, y muchos de los primeros serán los últimos.

Hijos míos, muy pronto este mundo pasará y, con él, toda maldad y todo pecado; nada impuro y pecaminoso podrá entrar en la Nueva Creación. Rezad, ayunad, haced penitencia y una buena confesión de vida, para que vuestro camino hacia el Paraíso sea soportable y para que, al volver a este mundo, podáis ser portadores de la verdad; la verdad será vuestra fuerza y mantendrá firme vuestra fe, para que podáis soportar la etapa final de la purificación.

Hijos míos, se acerca el día en que el reloj se detendrá y todo dejará de funcionar en este mundo. Entonces, vuestro espíritu será tomado y, durante un periodo de entre quince y veinte minutos de vuestro tiempo, seréis llevados al Paraíso, y allí seréis juzgados por amor, como si hubiera llegado vuestra hora. Reconocerás la existencia del Dios Uno y Trino, Uno y Verdadero. El Señor de la Vida. El Gran Yo Soy. Después de mi minijuicio, mis Ángeles te llevarán al lugar del Paraíso reservado para ti, según tus faltas.

Ay de los tibios de corazón y de los que están en pecado mortal, porque si no se deciden de una vez por todas y se arrepienten, cuando lleguen al Paraíso, muchos conocerán las tinieblas y los fuegos purificadores del tercer purgatorio; otros, junto con la inmensa mayoría de esta generación ingrata y pecadora, si no se arrepienten, van a conocer el infierno y allí sentirán el fuego con el que son atormentadas las almas condenadas, ¡que arde y no se apaga! Todo esto en el momento señalado; muchos por su maldad y pecado no lo resistirán y morirán para la eternidad.

La inmensa mayoría de esta generación ingrata y pecadora conocerá las distintas moradas del infierno, para que aquellos que por la misericordia de mi Padre vuelvan, tomen conciencia de que sólo el pecado conduce a la muerte eterna; que se arrepientan, se conviertan y vuelvan a caminar por la senda que conduce a la salvación.

Así pues, preparaos, hijos míos, porque vuestro Maestro ya está en camino. Tened la mesa preparada y las lámparas encendidas. Permaneced vigilantes, para que cuando el Maestro llame a vuestra puerta, podáis abrirle, saludarle y cenar con Él. Os dejo Mi paz, Mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Señor y Maestro, Jesús Sacramentado.

Da a conocer mis mensajes a toda la humanidad.