viernes, 27 de abril de 2012

Muy pronto vendré como un ladrón en la noche, ¡y encontraré a muchos dormidos!

Hijos míos, la paz esté con ustedes.

Los días de la gran prueba están cerca, ¡oh humanidad!, aún rechazan acatar mi misericordia, aún le dan la espalda a mis llamados, y prefieren el camino ancho y espacioso que conduce a la muerte eterna, ¡que eso sea su retribución! Muy pronto vendré como un ladrón en la noche, solo para encontrar a muchos dormidos. Ya no podrán despertar a este mundo, ya no tendrán tiempo de arrepentirse, pues lo han dejado todo para el final, incluso su salvación.

Después de su Pentecostés cada palabra de mis escrituras para estos tiempos se cumplirá. Prepárense para la venida de mi Espíritu Santo; hagan una buena preparación para este próximo Pentecostés para que mi Espíritu les dé fuerza y templanza, y todas las gracias que necesitan para poder afrontar los días de prueba que se avecinan. Estén listos, mi rebaño, pues después de mi Pentecostés todo se cumplirá según los designios de Mi Padre. Les digo, se les dará una gran señal en el cielo para que se preparen para la venida de mi ‘advertencia’; todos los eventos se han acelerado debido a la maldad de los hombres de estos últimos tiempos. Por lo tanto, hijos míos, oren y estén vigilantes, pues no saben el día ni la hora, cuando su Señor vendrá. Llamaré a la puerta del alma de ustedes cuando menos lo esperen, para mostrarles el estado en que se encuentran con respecto a su Dios y a sus hermanos.

Les ruego que hagan buenas confesiones de vida, reciban mi cuerpo y sangre más a menudo, para que cuando se presenten espiritualmente ante Mí, puedan ser justificados, y su alma no tenga que soportar los sufrimientos de las almas en el purgatorio y de aquellos que se condenan a sí mismos. Pues saben bien que su alma será llevada al lugar correspondiente según sus faltas. Visítenme en el Tabernáculo; estoy derramando abundantes bendiciones a todos los que se acercan a hablar conmigo. Estoy sanando corazones rotos y maltratados, y otorgando indulgencias plenarias que les servirán para borrar sus faltas y limpiar su alma. Recuerden que estoy a punto de partir, pues todo lo que está escrito para estos tiempos se cumplirá; nos veremos de nuevo en mi nueva y celestial Jerusalén donde estaré con ustedes hasta la consumación de los tiempos.

Vengan de ahora en adelante, pues mi fuente de misericordia está rebosando más abundantemente durante estos días, vengan pues quiero atraerlos más cerca de Mí, para que se regocijen mañana en la vida eterna. Hagan mis primeros viernes y mi hora santa; ofrecidos todos por la curación de su árbol genealógico y sus parientes difuntos y sus antepasados, y verán grandes cambios en su herencia y en su propia vida. Con sus oraciones, ayunos, sacrificios y misas santas, ayúdenme a rescatar las almas más necesitadas de mi misericordia, no solo a aquellos que yacen en la eternidad, sino a aquellos que vagan por este mundo sin Dios y sin ley. Recuerden que respeto su libre albedrío y hago todo en función de sus oraciones y súplicas. Los espero en el silencio de Mi Tabernáculo; soy el tesoro escondido que están buscando; soy su salvación. Mi paz les doy, Mi paz les dejo. Arrepéntanse y conviértanse, pues el reino de Dios está cerca. Soy su Jesús Sacramentado. El amigo que nunca les faltará.

Hagan conocer mis mensajes a toda la humanidad.