María Santísima dice: Reunirás a todo Mi pueblo para presentarlos al Altísimo en el día en que Él abrirá los Cielos y descenderá entre vosotros para unirse con vosotros en el mismo amor. Comprenderéis la Grandeza de Su Amor, y os hará claros y transparentes con Su propio Espíritu de Santidad. Disfrutaréis de cosas celestiales y os arrodillaréis y aferraréis a Su infinita Grandeza y todos lo adoraréis, todos vosotros, porque veréis el Rostro del Amor Infinito.
¡Cuánta grandeza celestial vendrá a vosotros en Su Glorioso Regreso!
Mis “horas” ahora están llegando a su fin, Mi Manto será amor infinito para vosotros. Pondré gran amor en cada uno de vosotros y os haré guerreros de Jesús, y pondré gran amor en vosotros por Aquél que os dio todo con Amor. Las “horas” que aún dedicaré a Mi pueblo no serán muchas porque Mi intervención ahora terminará con la llegada de Mi Único Hijo, Cristo el Salvador. Cedo Mi lugar al Que con tanto amor Me creó y Me hizo Su Santísima Madre en la gloria del Espíritu Santo. Nada en Mí fue manchado por el pecado, para que pudiera dar a luz al Hijo del Dios Vivo mismo en infinita grandeza.
Mis amados, Mis mujeres, verdaderas soldados en el camino de Cristo, sed fuertes, porque han llegado los tiempos de destrucción. El sol está a punto de apagarse y la oscuridad vendrá sobre la Tierra. No temáis nada, porque estoy con vosotros en esta batalla final, en gloriosa victoria, por Cristo el Salvador.
Gritará como un loco y gritará cosas malvadas sin fin a Mi pueblo; intentará con todo su ser aferrarse a vosotros para arrastraros donde solo habrá oscuridad. Id a Mi Caridad con mucho amor, que vuestro corazón siempre esté libre de mal; solo caridad y amor.
Aliméntate constantemente del Cuerpo de Mi Hijo Jesús y serás protegido como nunca antes, y él jamás te pondrá en ninguna dificultad.
Mujeres benditas, traed a vuestros hijos a la mesa de Mi Jesús y criadlos en el amor de Cristo Jesús. Se convertirán pronto de una gran manera, porque Yo estoy con vosotras y trabajaré con vosotras sobre vuestros hijos. Amaos sinceramente sin límite, id y llamad a todos a la Eucaristía; las gracias del Señor estarán siempre sobre vosotras y sobre todos aquellos que acepten la conversión.
(A un sacerdote presente).
Hijo mío, bendigo tu visión y te exaltaré, estarás a Mi lado en la venida de Cristo el Señor. Trabaja y trabaja bien, lleva adelante las Dictaciones de Jesús; por medio de estas Dictaciones el mundo se convertirá al Plan del Hijo del Cielo. Él aceptará la conversión, porque en estas Dictaciones está el Espíritu de conversión.
Quien lea será arrebatado por el Mismo Espíritu de Jesús en amor infinito y se encontrará ante Él en el Último Día, cuando abra los Cielos y descienda para llevarte a Sí mismo.
Jesús, que te espera como siempre, te da Su Espíritu de Santidad y te nutre con Su propio Cuerpo: alimento y escudo, fuerza dentro de ti para la batalla que pronto concluiremos en gloriosa victoria para que Él, Cristo el Salvador, regrese a la Gloria del Padre, con todo su nuevo pueblo, aquellos que le serán fieles por siempre.
Todo estará en un estado de gloria celestial y todos vosotros que habéis colaborado en Su batalla para que Su Plan se cumpliera estaréis en Su gloria y seréis coronados reyes y reinas del amor infinito, en la presencia del Salvador mismo, Dios de Amor Infinito.
María Santísima, Madre de Dolores, en estos tiempos de destrucción y perdición, les dice: gracias por responder a Mi Llamada.
¡Gracias infinitas, mujer de especial carisma! Exaltaré tu corazón ante mi Señor, gracias a ti, mujer de infinita caridad! Te llevaré, con tu hermana en Cristo, ante Aquél que te colocó junto a la llamada al Amor, su Señor. Todo se resolverá en tus familias, no os faltará nada y tendréis todo en abundancia en las “Casas” que pronto lideraréis en el Nombre de Cristo Salvador.
Por último, pero no menos importante, para este día, te digo, mi bendito hijo: ¡Abre las puertas a Mi Llamada especial! ¡Abre las puertas a tu Jesús, al Cristo Salvador! Todo se te dará en la batalla que terminará en la gloria del Cielo.
Trae este regalo a tu Jesús con amor infinito y dedícaselo a Él, y colócate en aceptación completa del Plan en el Llamado final y glorioso. Tu Madre Celestial, tu Madre Dolorosa, te envuelve en esplendor y te presenta con amor al mundo entero.
Ve e lleva todos los frutos que te pido con todo el amor del Cielo, humilde y caritativo para el mundo por Jesús, tu único Bien.
Jesús te ama.
María Santísima.
Fuente: ➥ ColleDelBuonPastore.eu