Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
miércoles, 13 de octubre de 2010
La Santísima Madre se despide en el hogar de los peregrinos en Heroldsbach a través de Su instrumento e hija, Anne.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Queridísima Madre de Dios, mira a tus hijos de María que se han reunido a Tu alrededor. Quieren llevarse unas palabras Tuyas en su camino a casa porque Tú te has convertido en su queridísima madre. Has enviado a los ángeles a todos para que reciban consuelo en su camino y Tu amor fluya en sus corazones. La Santísima Madre nos dice unas palabras de despedida.
Nuestra Señora ahora dice: Queridísimos hijos, Mis queridísimos hijos de María, me gustaría despedirme de vosotros ahora en este punto y daros mucho consuelo y ayuda en vuestro camino a casa. Confiad más profundamente en vuestro Padre Celestial, que os da todo, que quiere ser el Padre más tierno. Él os toma en sus brazos. Decidle todo, pues Él se alegra de todo lo que le confiáis. Pronto sentiréis que Él es vuestro Padre más tierno. Tiene muchos regalos guardados para vosotros a medida que seguís Su camino. Él espera vuestra disposición, y Yo, como vuestra Madre Celestial, espero vuestro Sí.
Sabéis que estáis en la mayor lucha. Lucharéis Conmigo. Pisaréis la cabeza de la serpiente conmigo y el hombre malvado no tendrá poder sobre vosotros.
Visitad la Sagrada Fiesta Tridentina de Sacrificio de Mi Hijo Jesucristo, pues es la única y Sagrada Fiesta de Sacrificio que Él Mismo, Jesucristo, ha instituido para vosotros. Os hará sentir la profundidad en vuestros corazones y continuaréis avanzando en vuestro camino. Decid sí a este camino. Habrá muchas hostilidades a vuestro alrededor si tomáis este camino. No temáis, decid a vosotros mismos una y otra vez vuestra Madre Celestial. ¿No os vigilo Yo? ¿No está vuestro Padre Celestial preocupado por vosotros? Él es vuestro queridísimo padre. Nunca habrá un padre mejor, más amoroso y tierno que el Padre Celestial. Con todas vuestras preocupaciones iré al trono del Padre Celestial a orar por vosotros. Llevadle todos los sacrificios para que pueda aceptarlos y transformarlos. Sí, seréis transformados, Mis amados hijos. Listos para el sacrificio como estáis, la transformación también ocurrirá en vuestros corazones.
Mirad la Sagrada Fiesta de Sacrificio. El Cuerpo de Mi Hijo Jesucristo se transforma en estas Sagradas Misas de Sacrificio. ¿No es éste el mayor y más valioso, este elixir de vida para vosotros? Mirad dónde cerca de vosotros se está celebrando esta santa comida sacrificial. Os digo con cariño como Madre Celestial, salid de estas iglesias modernistas. Pronto llegará el evento y quiero acogeros bajo Mi manto protector. Allí nada os sucederá.
Así os bendigo hoy con todos los ángeles y santos en el Dios Trino, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Vivid el amor, pues ¡el amor es lo más grande! ¡Nada os sucederá en vuestro camino de la cruz! Amén.
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.