Messages à Marcos Tadeu Teixeira à Jacareí SP, Brésil
vendredi 25 décembre 2015
Vigilia de Navidad Comenzó 24.12.2015 A las 10:30 Pm 473ª Clase de la Escuela de Santidad y Amor de Nuestra Señora
Jacareí, 25 de Diciembre de 2015
Vigilia de Navidad Comenzó El 24.12.2015 A Las 22:30
473ª Clase de la Escuela de Santidad y Amor de Nuestra Señora
Mensaje De Nuestra Señora Y Santa Bernadette
(Aparición hacia las 6:30 del día 25 al final de la Vigilia)
(María Santísima): «Mis queridos hijos, esa noche vengo de nuevo a vosotros con Mi hijo Jesús para deciros: Hoy ha nacido el Amor para vosotros, ha nacido Mi Hijo Jesucristo que es el Amor. Ha nacido para salvaros a todos de la esclavitud del pecado y de satanás, para liberaros y daros a todos una nueva vida en Su Amor, en Su Nombre, en Su Gracia, en Su Amistad.
El Amor ha nacido para vosotros en este día para liberaros por fin de la esclavitud del pecado, para abriros de nuevo las puertas del Cielo que habían sido cerradas por el pecado de Nuestros primeros Padres.
Nació para darte una nueva vida en Su Nombre, en Su Amor. Nació para ser vuestro Maestro, vuestra Luz, para ser vuestra Salvación y vuestra Paz, todos los días de vuestra vida.
El Amor nació para ti hoy, en este día, para darte la esperanza de que Satanás y el pecado nunca tendrán la victoria final sobre todas las cosas. Nunca tendrán la última palabra, tampoco tendrán nunca la victoria sobre Dios, sobre Mi hijo y sobre Mi Corazón Inmaculado. Pero al final, sólo Dios, sólo Yo saldré victorioso en la gran guerra que estoy librando contra el demonio y sus secuaces.
Y por eso, hijos Míos, en el Nacimiento de Mi hijo Jesús que ha tenido lugar hoy, todos podéis tener un firme signo de esperanza que llene vuestro corazón de alegría, de amor, de paz, de felicidad. Y de confianza segura de que al final Dios triunfará, Mi Corazón Inmaculado triunfará. Y de lo que Me dijo el Ángel Gabriel en la Anunciación: Tu hijo María será llamado hijo de Dios y reinará para siempre en la casa de Su Padre David y Su Reino no tendrá fin.
Esta promesa de Dios se cumplirá, Jesús reinará sobre todo el mundo, sobre todos los pueblos y naciones. Y Él os traerá el nuevo Cielo y la nueva tierra que pronto llegarán, donde seréis felices para siempre. Y donde ningún dolor, ningún sufrimiento, ninguna persecución, ninguna injusticia, ningún mal volverá a tocarte ni a hacerte sufrir.
El Amor nació para ti en este día para darte también la certeza de que Mi hijo se hizo hombre, se encarnó, vivió Aquí en la tierra para ser no sólo tu Maestro, tu Salvador y tu Redentor. Sino también para ser tu amigo, tu compañero e inseparable de tu vida, y para estar contigo en todos los momentos difíciles de tu existencia.
Confiad en Él, poned vuestras vidas, vuestros corazones, vuestros problemas y todo lo demás en las Manos de Mi Hijo y en Mis Manos. Y veréis, hijos Míos, cómo os demostraremos de verdad que estamos cerca de vosotros, que estamos con vosotros todos los días de vuestra vida, y que siempre cuidamos de vosotros y siempre lo haremos.
Entonces, vuestros corazones se llenarán de alegría, se llenarán de felicidad, se llenarán de amor, se llenarán de una dulce confianza que hará que vuestros días en la tierra, incluso aquellos que estén marcados por más sufrimiento, se vuelvan dulces, suaves y ligeros. Porque sentirás Mi Amor y el Amor de Mi hijo Jesús por ti, entonces toda tu vida estará iluminada por la certeza suave, dulce, profunda y poderosa de Nuestro Amor continuo y de Nuestra presencia fiel cerca de ti en cada momento de tu vida.
El Amor nace hoy para vosotros para abrasar vuestros corazones con Su Llama de Amor. Jesús quiere abrasar vuestros corazones con Su Llama de Amor, Yo quiero abrasar vuestros corazones con esta Llama de Amor de Jesús que también es Mía, transformándoos en grandes Santos, en almas ardientes de Amor, que finalmente darán a Jesús el Amor perfecto, la perfecta devolución, correspondencia y gratitud que Él tanto espera de todos los hombres y no recibe.
Entonces, finalmente seréis almas, moradas dignas de Mi hijo Jesús, Él vendrá, Él nacerá en vuestro corazón. Es decir, Él entrará en vuestro corazón, se quedará con vosotros, habitará con vosotros y permanecerá con vosotros, actuando y realizando maravillosas y estupendas obras de gracia, siempre que no pongáis obstáculos ni resistencia a Su Llama de Amor.
Por eso, hijitos, en este Santo Día del nacimiento de Mi Hijo, abrid de par en par las puertas de vuestros corazones a Mi Hijo, que quiere nacer en vuestros corazones y encender, llenar vuestros corazones de amor, de luz y de gracia divina.
Preparaos también para Su Segunda Navidad, que ya está muy cerca de vosotros. Pronto Mi hijo Jesús volverá a vosotros en gloria y buscará en vosotros los frutos de los talentos, las gracias, los dones, todo lo que Él os ha dado. Y ay de aquellas almas que sean como la higuera estéril que no quiso dar fruto para Él, será maldecida, se marchitará, morirá y será arrojada al fuego. En otras palabras, el alma que no dé los frutos de santidad que desea Mi Hijo no entrará en el Cielo, y será arrojada al lago de fuego que nunca se extinguirá.
Así que hijitos, preparaos para el regreso de Mi hijo Jesús viviendo cada día en santidad y dando muchos frutos de santidad para Él.
Continuad con todas las oraciones que os he dado aquí, a través de ellas hago que Mi Hijo Jesús nazca cada vez más en todos vuestros corazones en una Navidad continua y perenne. Que se repite cada día y cada momento, transformando más y más los corazones de Mis hijos en lo que Yo he sido: dignas moradas y dignas cunas para que Mi Hijo Jesús se recline, descanse, viva, reine y gobierne en ellos.
Os bendigo a todos con amor desde Belén, desde Nazaret y desde Jacareí».
(Santa Bernadette): «Mis queridos hermanos, yo, Bernadette Soubirous, Bernadette de Lourdes, sierva de la Inmaculada Concepción, de la Madre de Dios, me alegro de venir hoy una vez más a vuestro encuentro para deciros: amad al Amor y dejaos amar por el Amor.
El Amor es Jesús, amad a este Amor y dejaos amar por este Amor cada día de vuestra vida, viviendo cada vez más en la oración, en la obediencia a los Mensajes de Nuestra Reina, tratando cada vez más de corresponder a la Voluntad de Jesús con todo vuestro corazón, con toda vuestra alma y con toda vuestra voluntad.
Dejaos amar verdaderamente por el Amor y amad al Amor, procurando cada vez más renunciar a vuestra propia voluntad, a vuestras propias opiniones, a vuestra propia voluntad, para hacer siempre la Voluntad del Señor, para que Él viva y crezca cada vez más en vuestros corazones hasta llevaros a la plenitud de los siglos en la gracia de Dios.
Dejaos amar por el Amor y amad también al Amor, renunciando de una vez por todas a vuestro querer, a vuestra voluntad, dejando a un lado todo lo que os aleja de Jesús, lo que os separa de Él y de Su Madre, para que verdaderamente vuestros corazones crezcan como Rosas Místicas de Oración, de Sacrificio, de Amor y de reparación para darle alegría y felicidad a Él.
Amad al Amor y dejaos amar por el Amor, buscando cada día hacer crecer en vuestros corazones la llama del Amor de la Madre de Dios y de Jesús, haciendo el ejercicio de renunciar cada vez más a vuestra voluntad, a vuestro querer. Entregándoos cada vez más en la oración y en el servicio a Ellos, e incluso cuando vuestro cuerpo esté cansado, procurad seguir siempre adelante sirviendo a la Madre de Dios sin cansaros nunca, sin desvaneceros nunca, sin debilitaros nunca.
He hecho este ejercicio toda mi vida, renunciando a Mi voluntad, renunciando a Mi querer. E incluso cuando había rezado mucho, hecho mucho por la Madre de Dios, siempre intentaba hacer más por Ella, renunciando a la voluntad de Mi carne, que a veces quería descanso, alivio en el dolor, en la enfermedad, en el sufrimiento, en la persecución. Y nunca, nunca me dejé dominar por la voluntad de mi carne, sino que siempre traté de hacer más la voluntad del Espíritu, de la Llama de Amor de la Santísima Madre, que dentro de Mí me impulsaba, me movía a dar más, a sacrificarme más y a amar cada vez más a la Santísima Madre con todo mi corazón.
Hacedlo también vosotros, y seréis grandes Santos como Yo, llegaréis a las moradas más altas del Cielo, donde Yo he llegado, y seréis verdaderamente aquellas almas que más han amado a la Madre de Dios en este mundo.
Amad el Amor que es Jesús, que es también Su Madre, y dejaos amar por Ellos, sin poner nunca barreras a su Llama de Amor en vuestros corazones y en vuestras vidas,
Dejad que esta Llama de Amor actúe en vuestros corazones y en vuestras vidas libremente, colaborad con esta Llama de Amor, haced lo que inspire en vuestro corazón y haced lo que os mueva a hacer por la Madre de Dios y por el Señor.
Para que realmente, dejándoos guiar, movidos por esta Llama de Amor, alcancéis pronto una gran santidad y le deis a Dios toda la satisfacción, toda la retribución, toda la gratitud, todo el amor, todo el afecto que Él siempre ha esperado de Sus hijos y nunca ha tenido. Y también daréis a la Madre de Dios todo el afecto, todo el amor, toda la gratitud, toda la obediencia, toda la fidelidad que Ella siempre ha esperado de Sus hijos y nunca ha recibido de Sus hijos, nunca ha encontrado un amor así.
Entonces seréis verdaderamente Ángeles de Amor para Ella y para el Señor ya aquí en la Tierra, y un día en el Paraíso seréis Mis compañeras morando en esas Moradas Celestiales que los Ángeles que cayeron han dejado vacías.
Yo, Bernardita, os amo a todos, os cuido a todos, nunca os abandono, estoy siempre a vuestro lado en todos vuestros sufrimientos, en todos vuestros dolores y en todas vuestras aflicciones.
Cuando necesitéis algo, venid a Mí, pedídmelo, rezad Mi Rosario compuesto por Mi amado Marcos. Y que siempre ha sido tan bien aceptado y grato por la Santísima Trinidad, por la Madre de Dios, y también por Mí. Y os prometo que os daré infinitas gracias de Amor, y sobre todo, os daré la más grande de todas: Mi Llama de Amor a María Santísima.
Entonces, la amarás, servirás y obedecerás como Yo he obedecido y amado. Y entonces, verdaderamente, la Inmaculada Concepción no sólo estará contenta y complacida con vosotros, sino que vendrá a habitar en vuestro corazón, a vivir en vuestra alma para obrar en ella sus grandes obras de santidad como Ella obró en Mí, lo que os conducirá en poco tiempo a la gran y suprema perfección de la vida espiritual, de la caridad perfecta hacia Dios, del amor también en pura transformación.
Os bendigo a todos ahora generosamente, y especialmente a ti Mi amadísimo Marcos, el más ardiente y ferviente de Mis devotos que Me has amado durante tantos años, haciéndome más conocida, más amada y también imitada por tantas almas que también han aprendido a amar, a obedecer a la Madre de Dios.
Bendigo también este lugar santo, que Me es tan querido como el Santuario de Lourdes. Y os bendigo a todos con la Madre de Dios dándoos, Nuestra bendición especial de este día de Navidad con el Niño Jesús de Lourdes, de La Salette y de Jacareí».
Participa en las Apariciones y oraciones en el Santuario.
Infórmate en el Tel: (0Xx12) 9 9701-2427
Retransmisión en directo de las Representaciones.
Sábados a las 15:30 - Domingos a las 10:00.
Sources:
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